Si ya han disfrutado del ejercicio que han aprendido en el capítulo anterior, han logrado llegar a lo que llamamos estado Alfa, un estado de relajación profunda que el cuerpo naturalmente encuentra unos segundos antes de entrar en la primera etapa del sueño.
La finalidad del mismo es que, nuestro cuerpo esté tan relajado como en ese momento que conocemos desde nuestro nacimiento, pero con la importante diferencia de estar absolutamente concientes de ello.
Esto nos llevará indudablemente a sentirnos mas lúcido y atentos, mas frescos y descansados, ya que la mente no esta saturada de pensamientos que nos distraigan, podrán enfocarse con mas claridad pudiendo seleccionar cada uno de ellos sin que, por mas estresante que sea la situación, no afecte nuestro organismo, una respiración profunda relajará cada parte de nuestro cuerpo y no nos veremos afectados físicamente por tensiones que sabemos enferman órganos vitales, causándonos síntomas molestos como: cólicos, espasmos, jaquecas, migrañas, contracturas, mala digestión o falta de apetito.
Verán que la práctica diaria, hará que logren cada día, llegar a la relajación con mayor rapidez y perfección, para usarla en el momento oportuno, cuando la necesitemos o simplemente llevar vidas mas agradables y saludables, sin obstaculizar nuestras obligaciones diarias.
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