El libro era apasionante, el escritor aparentemente sabia como atrapar a un lector, cada página se

asemejaba una fina hebra de una cuidada telaraña.

Daniela, es buena lectora ,sabe seleccionar los textos y disfruta de aquellos relatos bien estructurados en donde se evidencia un cuidadoso trabajo intelectual; especialmente valora aquellos libros que tratan temas filosóficos, tratando de responder algunas preguntas que el ser humano se ha planteado desde épocas muy remotas; no desconocía las múltiples respuestas y planteos espirituales sobre estos apasionantes temas existenciales, pero comprendía, que casi todas las posturas eran parciales y eso la motivaba a ser una buscadora de la verdad, era, decían algunos una mujer carismática, educada y muy hermosa.
Estaba realmente interesada en el relato cuando su teléfono interrumpió su lectura, tomo el auricular he intuitivamente sabia quien llamaba, raramente su sexto sentido se equivocaba y una vez más acertó, la voz pausada de su profesor de literatura le recordó que al día siguiente tenían una cita académica.
Siempre le había intrigado la vida de los grandes escritores y pintores especialmente aquellos que ingresaban en el apasionante
Mundo de la metafísica, tales como Ernesto Sábato, Leonardo Da Vinci y un novel escritor que conocía personalmente, Jorge Santoro, Admiraba la valentía de estos hombres, como también el coraje de Juana de la Cruz* cuando desafiaba en su literatura a “los hombres necios que acusáis” especialmente expresadas en épocas poco propicias para una postura feminista, pero allí radicaba el verdadero cambio, en el hecho de no seguir el curso mediocre de la historia, sino en emprender un desafío superador.

 Un Cambio de actitud

¿Cómo tomamos las dificultades de la vida cotidiana?
Nos sentimos impotentes, pensamos con amargura  “Porque me pasa siempre esto a mí” “No sirvo para nada”
O muy por el contrario tenemos una actitud positiva y cada dificultad es un desafío y un aprendizaje.
Si actuamos en forma reflexiva y trabajamos  decididos a tratar de resolver cada problema , notaremos que al irlos resolviendo superamos nuestras inseguridades y nuestra auto-estima saldrá fortalecida.
En todos los casos será favorable tener la humildad de espíritu, como para pedir en oración el auxilio de la fuente inagotable de energía positiva que emana del Padre Celestial.
La vida es un continuo resolver problemas, si aprendemos a disfrutar de cada oportunidad, nuestra vida tendrá permanentes desafíos para ofrecernos y la felicidad no será un sueño irrealizable, sino algo posible, ha lo cual aspiramos y disfrutaremos cada vez que superemos una nueva meta.

Preguntas: 

¿Estimas que este curso te ayudara a tener una actitud diferente ante las dificultades?

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¿Te consideras un/a emprendedor/a, porque razones lo crees así?

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