Paschimothanasana
Exige un poco más
de elasticidad pero es muy provechosa.
Acuéstese de espaldas y relájese
respirando tranquilamente.
Inspirando, levante la cabeza y el tronco, hasta
alcanzar la posición de sentado, desde
ahí empiece a exhalar mientras se inclina
hacia adelante y sin doblar las rodillas tome
los dedos gordos de sus pies con el índice,
anular y pulgar, o simplemente tome la planta
de los pies e inclinándose un poco más
toque con los codos en el piso y sitúe
el rostro entre las rodillas o pantorrillas.
Acto seguido y mientras se inspira de nuevo
profundamente levante el torso y poco a poco
vuelva a acostarse de espaldas.
BENEFICIOS:
Estimula la peristalsis de los intestinos, cura
la constipación, la diabetes y la espermatorrea.
Fortalece los tendones de las rodillas, da suma
elasticidad a la columna y a las piernas; tonifica
los nervios epigástricos, la próstata,
la vejiga, y nervios lumbares. Estimula la función
de las vísceras abdominales, riñones,
hígado, páncreas, etc. Reduce
la obesidad.
Matsyasana
Sentado en loto
(padmasana) o de lo contrario con las piernas
estiradas juntas hacia adelante, apoye las palmas
de las manos con los dedos hacia adelante al
lado de las nalgas y en la misma línea.
A continuación, échese hacia atrás
apoyándose en los codos, primero sobre
uno y luego sobre el otro.
A partir de aquí eche hacia atrás
la cabeza dejándola colgar y baje lentamente
hasta apoyar la parte superior de la cabeza
en el piso y bombeando el tronco hacia arriba
lo más posible. Los codos ya no sostienen
el cuerpo, sino que todo el peso recae sobre
la cabeza, esto estira la garganta hacia atrás
y el cuello se irriga benéficamente.
Respire tranquilamente por la nariz.
Mantenga la postura sin forzarse mucho.
BENEFICIOS:
Limpia la glándula tiroides, las amígdalas
y adenoides. Es un excelente ejercicio contra
resfriados y amigdalitis purulentas. Fortalece
la cintura, espalda y cuello. Las glándulas
pituitarias, endocrina y pineal que se encuentran
en el cerebro, resultan estimuladas y tonificadas.
Es recomendable ejecutarla después del
Halasana.
Bhujangasana
También llamada
la postura de la Serpiente.
Acostado boca abajo, apoye las palmas de las
manos debajo de los hombros.
Mientras inspira profundamente, levante primero
la cabeza lentamente y a continuación
la parte superior del cuerpo, hasta que sólo
la cintura a partir del ombligo y las piernas
toquen el piso.
Retenga la postura por un minuto y luego descienda
pausadamente.
Puede repetir este ejercicio hasta seis veces.
BENEFICIOS:
Mantiene la flexibilidad de la columna y con
ello nuestra juventud. Los músculos de
la espalda se fortalecen al igual que los abdominales.
Previene contra la constipación. Aumenta
el calor corporal y estimula el apetito. Es
muy útil para la mujer pues actúa
como un tonificante del útero y ovarios,
evitando numerosas enfermedades.
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