Un sándwich como su inventor lo concibió es solo una rebanada de carne metida entre dos rebanadas de pan, y es curioso que un alimento tan popular y tan simple de preparar tenga un encumbrado linaje en su origen, como un plato aristocrático creado por Sir John Montagnu (1718-1792) cuarto Conde de Sándwich, o mejor dicho por su mayordomo quién lo asistía en sus largas jornadas jugando cartas, que no se paraba ni a comer, y quería algo sencillo que le permitiera satisfacer su apetito de comida y de juego al mismo tiempo.
Por eso en las cafeterías se ofrecen simples sándwiches de queso, jamón, carne, pollo o combinados, a los cuales pueden agregárseles alguna hojita de lechuga, una rebanada de tomate y alguna salsa (mayonesa, mostaza, rosada o especial), pero además hay otros sándwiches mas elaborados y que tienen nombre propio, he aquí algunos de ellos.
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