El desprendimiento es una fase del ser humano, que puede presentarse muchísimas veces en las personas, en diferentes facetas de la vida, debemos desprendernos de muchas personas, ambientes, lugares y también de las organizaciones.
Para poder desprendernos de lo que está emocionalmente arraigado en nuestros sentimientos y que debe por alguna causa dejar de formar parte de nosotros, necesitamos internalizar algunos aspectos:
- Hay que saber desprenderse emocionalmente de las personas que estuvieron trabajando al lado de nosotros, y ya no lo estarán,
- Necesitamos saber desprendernos emocionalmente de las funciones que solíamos realizar,
- Necesitamos saber desprendernos emocionalmente de nuestra forma de trabajar y de los hábitos, reglamentos y normas que nos imponía dicha organización cuando estábamos formando parte de ella,
- Necesitamos saber desprendernos emocionalmente de las personas que nos guiaron, supervisaron, y estaban acostumbrados en guiarnos en el trabajo,
- Necesitamos desprendernos emocionalmente de cada particularidad propia de la empresa, que son muy probable que difieran de entre una organización y otra.
- Necesitamos desprendernos emocionalmente de los beneficios que percibíamos en dicha organización.
Cuando entendemos, de que nuestro paso por esa organización, fue para crecimiento personal y profesional, pero que ya no formará parte de nuestras vidas, porque tuvimos que salir, por cualquier razón, bien sea voluntaria e involuntaria; es cuando podemos comenzar a trabajar en ese proceso de desprendimiento.
Al principio, podemos extrañar la organización, y sentirnos inadaptados e incómodos, porque todo nuestro comportamiento, hábitos de alimentación, estilo de vida en general, nuestras conversaciones, nuestras metas, círculo de amigos, conjunto de actividades laborales, actividades no laborales, giraban en torno de esta organización, y al salir de ella, debemos comenzar a adaptarnos a muchos cambios que se producen como producto de el término de esta relación laboral.
|