CHAKRA UMBILICAL: También conocido por su nombre japonés (“hara”) sus
principales funciones ocurren al nacer y al morir. En el momento de cortarse el cordón
umbilical, la primera masa de energía pränica ingresa por él, y por él sale toda la energía cuando morimos.
Es el famoso "cordón de plata”, que permite el desapego astral. Rige además el intestino delgado y grueso, vejiga, colon, etc. Por esa función de "antena" de la
energía universal, es que los japoneses que practican el "shintoísmo", cuando deciden
suicidarse ritualmente, dicen que ayudan a su espíritu si permiten que la energía ("ki")
salga rápidamente por donde entró.
De resultas de lo cual, hacen el "sappukku" (o "harakiri") clavando la "katana", corta espada samurai, a la altura del riñón izquierdo y desventrándose hacia la derecha.
No es esta estrictamente una forma de muerte, ya que aun con los órganos expuestos el ser humano puede sobrevivir horas y hasta días, por lo cual el "sappukku" se completa con la decapitación que efectúa un superior o amigo del sacrificado.
En realidad, lo que se busca es esa liberación o salida (“rí") de la energía( "ki") por el "hara".
CHAKRA SACRO-COCCÍGEO: El último, ubicado en la entrepierna, sus funciones
específicas tienen que ver con la sexualidad en su sentido genital (no con lo psicoemocional), y la absorción de radiaciones telúricas.
Es asiento de la "kundalini" o, como le llamaban los hindúes, "la roja serpiente de fuego" un simbolismo de la poderosísima energía sexual que, mezclada con las emanaciones terrestres, podía despertarse y ascender por el "shushunna" otorgando temibles poderes pero también poniendo al borde de la locura.
Además de estos siete chakras principales, a lo largo de los "nadis" se distribuyen
exactamente 365 chakras secundarios o "madras" que, de hecho, son los famosos "puntos de acupuntura". Obviamente, lo que en sánscrito llamamos "nadis" usted seguramente los conocerá mejor como "meridianos".
Debe entenderse que, más allá del trabajo sobre un chakra específico que haga el
practicante, debe asegurarse que todos se encuentren armónicos.
Un chakra armónico es un centro de energía que no está hiperactivo (demasiado ''abierto") o hipoactivo ("cerrado"), y existen dos maneras de trabajar sobre ellos: o bien chequeando cada chakra individualmente (el estudiante de Parapsicología comprenderá que para ello puede usar el péndulo radiestésico, un aurámetro o un par de "dualrods") o, partiendo del hecho que el problema emocional, intelectual o de salud que aqueje al individuo necesariamente estará aparejado a un chakra desarmonizado, simplemente entendiendo, según la naturaleza del problema y siguiendo las instrucciones de correspondencias entre cada chakra y los aspectos espirituales u orgánicos que hemos explicado hasta aquí, determinará así cuál es el vórtice problemático y podrá armonizarlo según las instrucciones que daré a continuación.
También es importante comprender que la armonización, lo que hará será potenciar nuestros recursos para enfrentar las problemáticas, pero no resuelve por sí mágicamente el problema.
Por ejemplo, si a nuestro consultorio acude una señorita perturbada porque el novio del que estaba enamorada la dejó por otra, la armonización del chakra cardíaco (que de eso se trata) no hará regresar al amante infiel –lo que tal vez buscaré con otras técnicas– sino que le ayudará emocionalmente a superar la crisis, ponerse más positiva y controlar sus emociones.
Un problema económico no lo solucionaré con armonización de chakras, a menos que el hecho de estar el del entrecejo perturbado haya impulsado al individuo a decisiones equivocadas que arrastraron a sus errores financieros, y su posterior armonización le llevará por el camino de las acciones correctas.
Finalmente, sépase que existen excelentes métodos de armonización energética de
chakras, como con gemas (gemoterapia), cromoterapia (colores), aromaterapia
(fragancias), sonoterapia (vocalización de "mantrams") o psicotrónica (con símbolos).
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