A efectos de sistematizar estas enseñanzas, he aquí una tabla descriptiva de colores y su interpretación:

ROJO: Ubicado frente al entrecejo significa pensamientos potentes, creadores y constructivos.

Desplazado como una "nube" desde el rostro hacia el pecho, intenso sentimiento de amor.

Distribuido uniformemente por toda la periferia: vitalidad física y alto nivel de hemoglobina. Si se oscurece, ira en la zona del rostro, apoplejía en ciernes alrededor de la cabeza y en el cuello.

Con trazos llameantes y parduzcos: pasión animal. Si el parduzco empieza a difuminarse a lo largo de distintas semanas más o menos uniformemente sobre todas las zonas rojas que a la vez se desparraman hacia los laterales, especialmente del pecho: tisis.

Rojo violado sin brillo: faltan ideales (especialmente cuando nimba la cabeza); pensamientos y sentimientos demasiado terrenos. Si se desplaza sobre el pecho: melancolía y tristeza.

ANARANJADO: Frente a la frente (valga la redundancia) y sobre el corazón: pensamientos gozosos.

Resto del cuerpo: salud robusta. Naranja sin lustre: si se ubica sobre el plexo solar, ambición materialista. Sobre cualquier otra parte del cuerpo: reumatismo.

Anaranjado y pardo entremezclados: orgullo si se ubica en la parte superior de la cabeza. Reumatismo sobre el resto del cuerpo.

AMARILLO: Iluminando el rostro: pensamientos lógicos. Sobre la zona pectoral: ambición de conocimiento.

Hacia los laterales de la cabeza con "ramalazos" sobre el rostro: facilidad de palabra y hábitos de estudio. Amarillo terroso: deseos de sobresalir si es un velo desde la coronilla al entrecejo.

Enfermedades en la garganta, crup, difteria o falta de defensas contra agentes virósicos si se ubica en la garganta, pecho, etc.

Amarillo parduzco: sobre los ojos, orgullo intelectual excesivo. Sobre el pecho: tuberculosis pulmonar, enfermedades extenuantes.

VERDE: Sobre el rostro: pensamientos activos y positivos, esperanza y actitudes caritativas. Sobre el plexo solar: felicidad y gozo.

Desde los hombros sobre los brazos, alrededor del abdomen y extendiéndose frente a las piernas: acciones rápidas y bien ejecutadas. Cuerpo desbordante de vida gozosa.
Verde grisáceo: engaño, falta franqueza. En cualquier otra parte: cáncer.
Verde parduzco: Desde el rostro al centro del pecho: codicia y envidia. Resto del cuerpo: exceso de hiel y ácido úrico, excepto en la zona abdominal donde indica trastornos hepáticos e intestinales.

AZUL: Sobre la frente: pensamientos de fidelidad y lealtad. Sobre el pecho: fe y confianza. Resto del cuerpo: acciones fieles y confiadas. Nervios sanos, firmes y tranquilos.

Azul terroso: sobre la cabeza indica mente inferior o ateísmo. Con manchas negras: mal de Alzheimer y demencia senil. Sobre el resto del cuerpo: ataxia locomotora o apoplejía lenta.

Azul sucio: sobre la cabeza y los hombros: pesares, descontento, desesperación, intenso deseo de poseer o dominar a alguien. Sobre la parte inferior del torso: desarreglos digestivos.

ÍNDIGO O AÑIL: Alrededor de todo el aura, en franjas: pensamientos centrados en uno mismo. Sólo sobre el pecho: fuertes sentimientos encontrados. Resto del cuerpo: ausencia de irritación.

Heridas internas y externas. Manchas pardas sobre el añil en cualquier parte: egoísmo excesivo.

Predominantemente en la cabeza: solipsismo. Pardo sucio o añil casi negro: Sobre el pecho y manchas frente al rostro: falta entusiasmo e interés hacia los demás. En cualquier otra parte: enfermedades de piel, llagas abiertas, gangrena.

VIOLETA: En todo el aura: pensamientos de devoción. Sobre el pecho: sentimientos de devoción.

En manchas distribuidas irregularmente: actos de devoción y adoración, seria disposición y compromiso, digestión excelente.

Las interpretaciones son las mismas vistas desde atrás.

Cuando predomina azul verdoso falta el rojo.
Cuando predomina el azul celeste falta el naranja.
Cuando predomina el índigo falta el amarillo.
Cuando predomina el púrpura falta el verde.
Cuando predomina el naranja amarillento falta el azul.
Cuando predomina el amarillo verdoso falta el violeta.