Te propongo que te expreses. Pon tu cd… y canta… y baila. Elige el lugar y el tiempo adecuados para poder expresarte con todo tu ser. Sin agotarte pero con energía. Es un ejercicio adecuado para todas las edades porque puedes adaptarlo a tu condición física y a tu resistencia.
Al cantar y bailar tomas parte activa en la música, la expresas pero también eres la música, y la celebras.
Durante más de seis meses yo marqué una hora en mis rutinas cotidianas para este ejercicio. Y fue fantástico. Me encerraba en mi dormitorio, ponía música, cantaba y bailaba sintiendo mis canciones con intensidad. Disfruté mucho. Y salí rejuvenecida de la experiencia. Me llené de energía, de alegría vital y de autoestima. Lo disfruté. Esta experiencia ha revolucionado mi vida. Desde entonces, el mejor momento del día es el de entonar una canción.
No te digo que ocupes en este ejercicio tanto tiempo como yo, pero sí que lo repitas a menudo. Es delicioso. Es como ir a un concierto donde puedes bailar con libertad, porque nadie te ve, y cantar sin miedo a desafinar.
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