En consecuencia y de acuerdo a lo considerado, el barajado previo a la tirada es una instancia fundamental, pues será en el marco del mismo cuando, mediante Psicokinesis, los naipes se irán ubicando no aleatoriamente sino en un orden causal y sincrónico con el consultante o la situación consultada.

Es gracioso comprobar cuánta gente sabe, por ejemplo, la importancia de las cartas al derecho y al revés, pero no comprende cómo es que algunas pueden invertir su posición en el barajado. Y ello, porque piensan en este proceso como cuando se mezclan las cartas ante una simple partida de póquer, truco o canasta. En cambio, en el proceso cartomántico se debe atender a:

• las cartas deben, antes de cada tirada, estar y haber sido correctamente ordenadas de acuerdo a su numeración, permaneciendo boca abajo en la mesa de prácticas.
• El tallador –consultor- tendrá a mano, para su correcta concentración, o bien los datos completos del consultante (nombre y apellido, fecha y lugar de nacimiento), o una foto del mismo (esto, claro, cuando se consulta sobre terceras personas no presentes). Enfocada su atención en la naturaleza de la consulta....
• ... se deslizan las cartas sobre la mesa sin levantarlas de la misma con amplios movimientos circulares con ambas manos, mientras se repite el nombre del consultante. Las cartas deben, insisto, desplazarse en círculos varias veces, como una masa un tanto informe que rota sobre sí misma en sentido de las agujas del reloj. ¿Cuántas vueltas?. No hay un número definido: el momento de interrumpir los giros está dado cuando ese grupo de cartas se “corta”, es decir, se divide (espontánea e involuntariamente) en dos grupos –o cuando se “estrangula” en un punto-
• Momento en el cual, siempre sin levantarlas de la mesa, procederemos a agruparlas en un solo mazo, empujándolas lateralmente entre sí con ambas manos.
• Cuando están entonces reunidas, se le pide al consultante que haga un corte, y de ese corte, otro (un tercero).
• Usted, entonces, mirará las cartas que están en la base de cada corte –sin que las veas el consultante- pues la interpretación secuenciada de las mismas le dirá cuál es la tesitura e intención de éste (¿dice la verdad?. ¿Me está probando?. ¿Puedo ser brutalmente sincero con él/ella?, etc.)
• Luego se reúnen los tres montoncitos en el mismo orden en que fueron cortados y se pide al consultante que haga, ahora, un nuevo y único corte.
• Se encima uno sobre otro –no es necesario ver qué cartas están ahora en la base-, se toma el mazo y se comienza a disponer la tirada.

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