Es importante conocer el origen de la gastronomía de los países que conforman esta región Báltica, muy al Norte de Europa, por eso debemos comenzar este curso hablando de los Vikingos, porque este es el nombre dado a los miembros de un grupo étnico muy importante, descendientes de un pueblo de origen germánico que se estableció en la península escandinava hacia el año 2000 antes de la era Cristiana y dieron origen ellos a los pueblos escandinavos de los países nórdicos, los cuales ocuparon entre los años 789 y 1.100 aproximadamente.
Se les llamaba Vikingos ("Vik in", que significa "bahía adentro") a la población de Escandinavia de Noruega, Suecia y Dinamarca principalmente, que con su carácter aguerrido aterrorizaron el territorio europeo alrededor del siglo VI al XI y quiere decir "Hombres del Norte". Eran aventurados marineros y excepcionales guerreros, se dice que fueron los primeros que llegaron al norte de América, establecieron un régimen y sólo su conversión al cristianismo podo detenerlos, y terminaron siendo absorbidos por la cultura de las regiones que conquistaron.
Los vikingos tuvieron gran influencia en la historia europea: gobernaron durante muchos años las islas Británicas hasta ser finalmente conquistadas por los normandos, descendientes de vikingos; contribuyeron a la formación de Rusia; recibieron como feudo la región francesa de Normandía; fundaron el reino de Sicilia en Italia, influenciaron el Califato de Córdoba y el Imperio de Bizancio.
Y a pesar de que la imagen que tenemos de ellos en siempre en guerra, eran muy hogareños, y la casa era el centro de la vida vikinga, donde encontraba calor, alimento y refugio luego de sus conquistas.
El hogar donde estaba el fuego era el centro de la vida, el fuego de leña raramente se apagaba,
Su alimentación se basaba en la carne (criaban vacas, ovejas, cerdos, cabras y aves de corral) y el pescado constituían la mayor parte de su dieta, que completaban con la caza y las aves silvestres. También cultivaban verduras, las bayas, otras frutas se recogían en los bosques o incluso se las traían de sus incursiones (importación que sugiere que traían de Europa central incluso de lo que después seria América) y esto se ha sabido por el descubrimiento de huesos de ciruela en fosos de basuras en Hedeby.
El pan lo hacían con cebada, centeno, legumbres y, más raramente, trigo.
Tanto la carne como el pescado la ahumaban, secaban o salaban en verano y otoño para asegurar suficientes provisiones para los largos meses de invierno.
El queso y la mantequilla los hacían con leche de vaca, cabra y oveja, pero además, sabían hacer una leche espesa llamada “skyr” que, salada y fermentada, podía conservarse comestible durante todo un invierno guardada en grandes vasijas y la leche agria que aun hoy es ingredientes básico de su cocina, de gran consumo y muy apreciado.
En cuanto a las bebidas, preparaban una cerveza hecha con cebada y aguamiel (miel fermentada y agua) y el “bjorr”, posiblemente un licor fuerte hecho con zumo de fruta fermentada.
En líneas generales podemos decir que según investigaciones, la alimentación de los vikingos consistía en lo siguiente: la primera comida del día, llamada dagveror, se basaba en una mezcla de cereales, cebada y centeno; la segunda comida, denominada nattveror, se tomaba al final del día y por regla general incluía pescado seco o fresco, acompañado de algas y de verduras, como los guisantes y la rutabaga (una especie de nabo).
Debido a su origen germánico, a través de los vikingos, la gastronomía de Escandinavia tiene unas fuertes raíces de la cocina Alemana, y así podemos apreciarlo en su múltiples recetas.
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