Un servicio personal de mesa consta de tres platos como mínimo: hondo o sopero, llano y de postre, estos deben pertenecer al mismo juego, si bien podemos hacer una excepción con los platos de postre y los de pan que pueden ser distintos, pero que coordinen con la vajilla principal.
Una buena realza, igual que ocurre con la mantelería, los cubiertos y las copas, su mesa de gala.
Para una comida informal entre amigos, tal vez en el jardín o la terraza, puede utilizar una vajilla moderna, más audaz pero en ningún momento debe ser de plástico.
Una vajilla completa debe contar con: ensaladeras, fuentes de distintas formas y tamaños, tazas de consomé y sus platos, sopera, platos planos y grandes para ciertos tipos de pescado, etc.
El posaplatos o plato de respeto es un elemento decorativo, aunque es innecesario ahora está muy a la moda especialmente en restaurantes de lujo. Si los tiene puede disponer de ellos en sus cenas en casa para dar a la mesa un aire refinado. Recuerde que este se retira antes de los postres o al finalizar la cena si los anfitriones lo prefieren así.
Este plato base o posaplatos puede también cubrirse con un tapete redondo de tela fina en color blanco o en tonos muy claros y delicados bordados. Su diámetro debe ser superior al de los platos de la vajilla.
Si el café se sirve en la mesa, las tazas deben hacer juego con el resto de la vajilla, pero si se toma en otra habitación o en la zona de estar del comedor, no importa que el juego de café sea distinto o que las copas de licor no sean iguales a las de la cristalería usada durante la cena.
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