(para seis personas)

INGREDIENTES: un pollo – 600 g de carne magra de cerdo – 80 g de coco fresco rallado – cuatro diente de ajo – dos hojas de laurel – cuatro dientes de ajo – dos hojas de laurel – cuatro cucharadas de vinagre de vino – unos granos de pimientas – un poco de caldo – aceite de oliva.

Se vierte el coco en una cacerola, se cubre con agua, se pone al fuego se deja llegar a la ebullición, se retira y se deja en el mismo liquido media hora; luego se filtra este y se deja aparte. Se limpia el pollo, se lava y se escurre; se quitan la cabeza y las patas y se corta el resto en trocitos, lo mismo que la carne de cerdo.

Se pone al fuego una cacerola con cuatro o cinco cucharadas de aceite; apenas este caliente, se sumergen los trozos de pollo y se rehogan; luego se añade la carne de cerdo y se deja sofreír todo hasta que se dore ligeramente; se agregan los dientes de ajo machacados, unos granos de pimienta, las hojas de laurel y sal; se baña todo con el vinagre y unos 100 g de caldo. Se tapa el recipiente y se deja cocer a fuego lento, mezclando a menudo, hasta que las carnes estén cocidas (si fuese necesario durante la cocción se añade un poco mas de caldo). Unos 10 minutos antes de retirar la preparación del fuego, se vierte encima el líquido de cocción del coco que se había apartado. Se sirve el plato, acompañado de arroz hervido.

Las relaciones en el campo de lo laboral, entre los compañeros de oficina, pueden llegar a no ser nada fáciles. El tema es qué hacer cuando, por algún motivo, la relación se ha tornado más dificultosa de lo que puede tolerarse. ¿Hablamos con nuestros superiores o no?

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