Tantos niños como jóvenes, e incluso adulto, van desarrollándose integralmente en cada aspecto de su vida, y cada ser humano se desarrolla de manera diferente a comparación con otros.
No presione a su hijo a hacer actividades, tomar decisiones, o entablar conversaciones, de la que el mismo considera no sentirse preparado, cuando se le permite intentar esperar un poco y continuar en otro momento, a volver a intentar lo que en primer momento se esperaba de el, esta estrategia, le resultara a usted, una excelente estrategia, para estimular, interiormente en el hijo, la necesidad de querer lograrlo, sin presiones, usando sus propios esfuerzos, y desarrollando un sentido personal de responsabilidad, acerca de esa limitación, y es un reto que le permite, trabajar individualmente en su hijo, acerca de cómo el puede levantarse por encima de sus propias limitaciones, con ayuda o sin ayuda.
Cuando los hijos son indebidamente presionados, a intentar alcanzar un nivel por encima de sus limitaciones, esta acción trae como consecuencia en el hijo, un retroceso, porque se agrega un factor nuevo al hecho de que no este capacitado, este factor sería el temor.
Todo ser humano cuando experimenta el temor, reacciona de maneras distintas, pero es probable, que su hijo ante el temor de no hacer bien alguna solicitud de sus padres, puede experimentar disminución del autoestima, no desarrollar confianza en si mismo, rebeldía e incluso desgano y desmotivación, por intentar lograrlo.
Por ello, es necesario, de que los padres, vayan conociendo gradualmente, las característica de sus hijos, para ello es necesario, que el padre, sea un observador silencioso.
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