Todos pasamos por etapas en que la vida nos parece extremadamente difícil; cuando nos quedamos solos, cuando no podemos pagar nuestras deudas, cuando nos quedamos sin empleo, cuando perdemos a un ser querido. En circunstancias así nos peguntamos si lograremos vivir así otra semana.
No es extraño, que muchos de nosotros nos echemos encima a todas las aflicciones de los próximos 25 años, luego nos preguntamos por qué es tan difícil la vida. No tiene sentido angustiarnos hoy por los problemas de mañana.
En la mayoría de los casos lo peor que puede pasar es, sin duda, muy grave, pero no es el fin del mundo. Procura mantenerte ocupado. Dedícate a un trabajo que te permita volcar toda tu energía. Siempre nos sentimos mejor cuando nos mantenemos ocupados. Hacer algo por otra persona en cuanto empiezas a hacer felices a otras personas, ¡te sientes mejor!, es simple y automático.
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