Debe haber puntualidad en el trabajo, en la vida social. La puntualidad rige tanto para el invitado como para el anfitrión.
Tan malo es el retraso,  como llegar antes de tiempo. Nunca se debe llegar con un retraso de más de 15 minutos.
Cuando se organiza una comida o cena en casa se suele dar media hora de cortesía a los invitados, mientras van llegando los primeros, se ofrece un aperitivo, dando tiempo a los que llegan más tarde. Pasada la media hora se pedirá a los invitados que pasen a la mesa. No haga esperar a todo el mundo por  culpa de un amigo que llega tarde.
Si la cita es en un restaurante se esperará a los invitados en la barra o sentados en la mesa, se podrá tomar una bebida pero no comience a comer algo (controle su apetito).
Si por un imprevisto uno va a llegar tarde a una cita o reunión, si el retraso supera los 15 minutos hay que llamar por teléfono, discúlpese, y cuando llegue discúlpese nuevamente.
EN  UNA  ENTREVISTA  DE  TRABAJO  HAY  QUE  LLEGAR  DIEZ  MINUTOS ANTES DE LA ENTREVISTA.