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Una consecuencia importante en este recorrido por el ciclo vital de la pareja es que el
amor conyugal no es inamovible: se puede construir, acrecentar, disminuir e incluso terminar para siempre. Los seres humanos recogemos lo que sembramos.
Ahora bien, a continuación les expreso los valores más importantes en una fórmula que la pareja debe practicar si quiere que su amor y unión perdure; es la siguiente:
Fórmula del amor estable = Amor (atracción físico-emocional-mental-espiritual) + comprensión (incluye sexo) + autoestima + respeto + perdón + responsabilidad + solidaridad + libertad + fidelidad + flexibilidad.
Estos valores no son excluyentes sino complementarios. Así, si hay amor, comprensión y autoestima, es fácil el respeto y el perdón; si hay amor, respeto, responsabilidad, libertad y solidaridad, es fácil que permanezca la fidelidad, etc.
En primer lugar está el amor integral como lo expresé entre paréntesis, sin él no hay unión que valga la pena y que en el caso de los cónyuges está compuesto de la atracción físico-emocional que experimentan, unida a la actitud mental que comprende e interpreta positivamente esta atracción y que es sublimada espiritualmente al darnos cuenta de lo bello que significa la unión de ambos, pues somos compuestos de espíritu y cuerpo: Muchos hombres y mujeres sentimos que existe algo más que la materia que observamos y miramos hacia Dios . Enseguida los demás valores en orden de importancia: La comprensión que necesitamos y fomento de la autoestima; cada miembro de la pareja debe sentirse comprendido(a) y estimado(a) y es misión de cada quien fomentarlos en el cónyuge, además de sentirse bien consigo mismo, lo cual incluye una adecuada coordinación de la relación sexual de ambos. Respetar a nuestra pareja y perdonar sus agravios es otra actitud y acción importante lo mismo que ser responsable en todas las cuestiones que generen la buena relación, educación de los hijos y administración del hogar. Deberemos ser cooperadores con nuestra pareja y darle libertad para actuar (no sobreprotegerla ni agobiarla con nuestras directrices, subyugación y celos). Cada cónyuge podrá tener ciertas libertades en sus asuntos personales que el(la) otro(a) respetará, siempre y cuando éstas no dañen la relación y la fidelidad que ambos (no solamente uno(a) de los dos) deberán cultivar. Por último una buena dosis de flexibilidad redundará en una relación estable.
EL TRIPLE CONTRATO:
El triple contrato, que mejor se pacte antes de la vida en común y puede ser verbal, escrito o implícito, consiste en el convenio efectuado por los cónyuges con relación a los siguientes asuntos:
ASPECTOS BIOLÓGICO-SEXUALES: La salud de los individuos que conforman la pareja es importante, no sólo por motivos personales sino también por las consecuencias que se podría derivar en caso de que uno de los dos padezca una enfermedad infecto-contagiosa (venérea o de otro tipo). Por ello es conveniente efectuarse los exámenes del caso. Frecuencia y calidad de las relaciones sexuales: Considero útil que sean los dos quienes tengan satisfacción con el sexo, ya que no es suficiente que uno de los dos lo esté y para ello en forma posiblemente tácita o exterior, la pareja deberá asociadamente definir este tópico, que incluso muchas veces lo van dando en la práctica, pero lo importante es que haya acuerdo a este respecto. Si la mujer tiene frigidez, debe comentar este problema a su esposo o futuro esposo, no fingirle satisfacción y si es necesario, buscar ambos ayuda profesional. En cuanto a la convivencia sexual se aplicará el principio de que cada pareja es distinta y por tanto no puede haber modelos ni normas generales, sobre la calidad y cantidad de caricias y relaciones. Lo mismo en cuanto el número de hijos por tener, hay parejas que se unen estando ya la mujer embarazada y otras prefieren esperar un tiempo para acoplarse mutuamente, antes de que nazca el primer hijo, y así sucesivamente con los restantes, si los deciden tener. También, según mi concepto, relaciones sexuales agobiantes pueden producir hastío en al menos uno de los cónyuges, por lo que es mejor un término medio.
ASPECTOS PSICO-SOCIALES, RECREATIVOS Y RELIGIOSOS: Los psicosociales son importantes tenerlos en cuenta también, ya que asuntos como si el marido o la mujer tienen amigos y la forma de tratarse con ellos, pueden ocasionar desavenencias más que todo por celos de uno de los dos, si no existen acuerdos a este respecto. Lo mismo ocurre en las relaciones con la familia nuclear (padres, hermanos) y extensa (abuelos, tíos, primos, etc.) de cada cónyuge, el trato y las visitas a ellos. Otro tanto acontece con grupos sociales que alguno de los dos o ambos pertenezcan o quieran pertenecer, como cooperativas, clubes sociales, grupos de ayuda, etc. Del mismo modo, no deberían existir desavenencias por la política, pero se podrían presentar por las actividades partidistas de uno o los dos. Igualmente en aspectos religiosos, por su credo y/o las actividades generadas en un compromiso creyente. Por otra parte, deberán definir cómo compartir su tiempo libre, lo que puede incluir, paseos, juegos, lectura, estudios (escolares o universitarios), TV, cine, música, baile, sitios de diversión, deportes, cursos, etc. Si bien en muchas parejas existen afinidades en aspectos sociales, políticos, religiosos y recreativos, los cónyuges no tienen porqué estar de acuerdo en la mayoría de los mismos para poder gozar de armonía en sus relaciones. Ningún(a) conyugue debería presionar al otro(a) para que acepte sus ideas en todos estos aspectos.
ECONÓMICO-LABORALES: La pareja debe negociar y acordar asuntos como el trabajo de ella y los aportes de cada quien a los gastos del hogar. A menudo se presentan divergencias por este aspecto, por ej. si el marido decide gastar gran parte de sus ingresos en trago, o la mujer comprar muchas cosas para ella y el hogar. Actualmente, por la crisis que vivimos, la mujer está interviniendo cada vez más en el mercado laboral, para ayudar a su marido con la tarea de sostenimiento del hogar.
En relación con el triple contrato, me parece conveniente aclarar también que cada pareja tiene sus propias necesidades en estos aspectos, que pueden ser distintos a los de otra(s) pareja(s) y por ello considero no válido que imiten lo que a otra(s) les funciona. Ejemplos: si en una familia ambos trabajan, puede que a otra le resulte mejor si la mujer se quede administrando directamente el hogar; si en una el marido es quien toma las decisiones y esto les funciona bien, puede que para otra pareja sea mejor una relación simétrica (de igualdad); si a una les funciona el tener un solo fondo común para los gastos, puede que a otra les resulte más apropiado que cada quien se responsabilice de determinado rubro del presupuesto familiar, etc. etc.
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