Para controlar el trabajo, una vez que las prendas han sido cortadas por bloques de piezas, se obtiene su número exacto y se colocar en bultos por orden de corte. Podemos aprovechar esta operación para establecer un control conjunto de las piezas con cualquiera de los defectos siguientes:
- Mal cortadas.
- Incompletas por hacer coincidido con un extremo de la pieza de tela que nos haya obligado a efectuar un traslape.
- Inadecuadas por la constitución de los tejidos.
- Sucias con manchas que pueden ser eliminadas fácilmente sin dejar ruedo o aureola.
- Susceptibles de cambiarse por cualquier razón técnica.
Cabe destacar que en esta “operación-control” la revisión se hace pieza por pieza y al 100% de toda la orden de corte y las piezas defectuosas deben ser repuestas por otras que en la mayoría de los casos son cortadas de nuevo. Esto implica varias operaciones adicionales en la empresa y provoca mayores gastos.
Para reducir o evitar en lo posible los costos adicionales es conveniente recurrir a procedimientos como la colocación de papeles testigo o marcas de hilo a la altura de los defectos o de fichas metálicas.
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