• Fundamento. En las prendas que no requieren ser planchadas debe establecerse una vigilancia sobre posibles manchas y cortes que hayan sufrido durante el proceso. Por tanto, habrá que establecer un control durante la operación del quitado de manchas. En algunos casos es recomendable dar un premio a cada revisor por cada fallo encontrado y descontárselo quien haya cometido tal negligencia. Sin embargo, esto no es recomendable sino se dispone de un estudio de métodos y un equilibrado sistema de incentivos ya que si se paga mucho para encontrar defectos la producción baja por el afán de hacer una revisión minuciosa. Deben quedar anotados los números de los revisadotes en la plantilla de tickets que acompañan al bulto.

Después de haber analizado siete variantes con dos tipos de producción apoyándonos en ejemplos prácticos de la aplicación de éstos en la confección de camisería y corsetería veamos ahora dentro del aspecto teórico en que consisten los controles fijos y los controles volantes en los procesos de confección.

30.1 Controles fijos.

    Consiste en un puesto de trabajo dentro del proceso de producción que tienen por misión detectar los fallos en las operaciones de costura o en la prenda terminada anotando el tipo de fallo y el operario que lo originó. En algunos casos la prenda puede considerarse defectuosa y se apartará del proceso normal para darle el tratamiento adecuado.
La anotación de los defectos se hace en forma impresa y señala los principales defectos posibles y su naturaleza. Para evitar pérdidas de tiempo en la búsqueda del defecto, un papel coloreado indica el lugar del defecto. La prenda debe ser separada y canalizada por su reparación. El encargado de la reparación puede ser:

• El propio operario (a) que lo ha cometido.
• Operario (a) destinado para este tipo de trabajo.

Debe haber un impreso de anotación para cada tipo de prenda que se produzca y en él aparecerán los siguientes puntos básicos:

• Tipo de prenda.
• Puesto de control.
• Sección.
• Fecha.
• Operario (a).
• Número de unidades reparadas.
• Número total de defectos.
• Porcentaje de defectos sobre el total reparado.

Cada defecto se suma individualmente y es hallado su porcentaje con relación al total reparado.
El impreso debe de ser cambiado una vez al día como mínimo y después calcular los porcentajes de defectos individual y global, permite dar las órdenes oportunas al personal de control de calidad volante para que concentre su atención preventiva preferentemente en determinados puestos de trabajo.
Normalmente los puestos de control fijos realizan un control de 100% (al final del proceso de costura) pero pueden realizarlo en forma estadística (recepción de tejido, prendas planchadas) de acuerdo con tres parámetros:

• Tamaño del lote (o producción por día)
• Grado de severidad (ordinariamente normal)
• Porcentaje defectuoso máximo deseado.

Con lo anterior podemos determinar.

• Número de unidades a reparar (muestra)
• Número de defectos aceptables (aceptación del lote)
• Número de defectos no aceptables (rechazo del lote)

30.2 Como complemento del control fijo queremos describir el control parcial.

• Control parcial. Supone un puesto de control fijo en el que se presenta atención solamente a una parte de la prenda. Por ejemplo, en el pegado de mangas, en el repaso de ciertas partes de la prenda o en las partes en las que pueden aparecer defectos que modifican la calidad básica de la prenda. Una bolsa torcida en una camisa tiene mayor importancia que una parte descocida en la parte baja de la misma. Por lo tanto, será necesario establecer un puesto de control parcial para asegurar la colocación de la bolsa.

Normalmente este tipo de control es efectuado al 100% ya que si se realiza por muestreo lo transformamos en puesto de control volante, siguiendo la misma normativa de éste en lo relativo a la reparación de los defectos encontrados.