Se trata de afecciones que adoptan
la forma de cavidades, situadas encima o por
debajo de la piel, que contienen líquidos
–sangre, pus, grasa, etc.-. Pertenecen
a este grupo las siguientes afecciones cutáneas:
ronchas o habones y pápulas.
Ronchas o Habones:
Son prominencias
o elevaciones de la piel originadas por la acumulación
de líquido en la epidermis como reacción
a un agente nocivo.
Suelen provocar picor o escozor, su tamaño
es variable y la piel que las recubre, elástica.
Su tonalidad varía según el tipo
de piel del individuo y el factor que ha originado
la lesión es de origen inflamatorio.
La elevación de la piel puede tener causas
visibles; picada de un insecto, rozadura con
plantas como las ortigas o elementos inorgánicos
como el plástica.
Pápula: es una elevación o un
tumorcillo eruptivo que se presenta en la piel,
en muchos casos parecida a la roncha, que habitualmente
está motivada por causas alérgicas.
La medida de una pápula es variable y
se presenta en grupos o de forma aislada. Cuando
la pápula desaparece no deja ninguna
señal en la piel.
Las pápulas se clasifican en:
Ampolla: cavidad que contiene suero líquido,
generalmente incoloro y que está situada
sobre la piel. Las ampollas provocan escozores
y tensión en la piel.
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