Permítete saber cuán valioso/a eres.
Las personas religiosas tendrán una buena idea de lo que vamos a hablar. La próxima vez, cuando escuches el canto de los monjes, la homilía en una iglesia católica, el canto de los Gregorianos, recuerda que es una manera de afirmación, tanto de ellos mismos como de su propia fe. Y si entendemos que copiarnos no es pecado, ahora podremos usar esto mismo para afirmarnos nosotros.
Si lo pensamos un poco, personas de todos lugares y estados de la vida recurren a las afirmaciones para seguir andando. Guerreros, comerciantes, estudiantes, incluso políticos. Esto se da porque las afirmaciones son una manera segura de recordar tus elecciones y tus objetivos.
Podemos definir las afirmaciones como declaraciones de la creencia en una existencia o verdad de una cosa. Ésta es una de las bases de la autoconfianza y una de las maneras en que uno puede enfrentarse al mundo.
A veces, perdemos el camino que nosotros mismos hemos trazado. Ocurre en el trabajo, o al ocuparnos de las necesidades de nuestro marido o esposa, y de los niños. A veces, simplemente nos olvidamos del “por qué” de las cosas.
La mayoría de las personas pasan por la vida sin establecerse objetivos. De hecho, sólo tres de cada cien estudiantes de escuela secundaria se establecen objetivos. Este tres 3%, generalmente, se empeña en alcanzar sus objetivos y consigue un ingreso mayor que el 97% restante. Son números contundentes, que demuestran que los objetivos no son tomados con la seriedad debida.
Las personas con objetivos trazados son más confiadas de sí mismas, ya que pueden medirse contra un punto de referencia. Esto les posibilita saber en qué parte del camino que los conduce hacia su meta se encuentran.
Puede entenderse que la gente pierda el camino después de haber establecido sus objetivos. Esto puede producirse como consecuencia de no tener un mecanismo constante de reafirmación de las acciones. O también por la ausencia de un método para reafirmar los objetivos establecidos; un método que recuerde constantemente la razón por la cuál uno trabaja tanto y tan duro.
Cuando los objetivos quedan en el olvido, se comienza a perder tiempo. Y entonces la persona pierde su autoestima, su confianza, y termina rindiéndose.
En consecuencia, es importante mantener una actitud de elevada autoconfianza que nos permita mantenernos pegados a la realidad. El rol que la afirmación juega en la autoconfianza se encuentra en el área de la autosugestión.
La autosugestión es una declaración de una intención u objetivo, que es repetida una y otra vez gasta que la mente de la persona acepta la declaración como algo cierto e inamovible. Esta clase de afirmación es altamente positiva ya que moviliza los esfuerzos y recursos de las personas hacia la concreción de los objetivos que ellas mismas han establecido.
Es también un medio de aprovechar el poder del subconsciente en la tarea de alcanzar los objetivos. Es una forma de autohipnosis, que va acompañada generalmente de una visión concordante con la declaración: la persona repetidamente intenta vivir el momento como si ya hubiera ocurrido.
La psicología del deporte ha hecho uso de la autosugestión y de la visualización para ganar juegos y esto ha probado su efectividad por las propias declaraciones de los atletas. Al parecer, el ser humano es realmente bueno para programarse mentalmente para alcanzar un objetivo específico.
Sin embargo, también puede tener lugar el efecto opuesto. Uno puede encontrarse repetidamente en una posición en la que los pensamientos negativos bombardean la mente en forma repetida hasta sumergirla en la sumisión. El cerebro no hace distinción entre una sugestión positiva y la sugestión negativa.
Además, la formulación de la afirmación es muy importante. Es siempre mejor hacer una declaración en forma positiva en lugar de hacerlo en forma negativa, ya que la mente así no deberá escuchar objeciones negativas.
Por ejemplo, si alguien quiere dejar de fumar, su formulación no deberá ser “no voy a fumar”. La mente podría percibir y aceptar el postulado como “voy a fumar”. Siempre será mejor decir, “voy a ejercitar a diario para estar saludable”. Mientras más positiva sea la afirmación, más poderoso será el efecto que ésta tenga.
Las afirmaciones deben formularse a diario. Incluso, debe ser lo primero que haces al levantarte, antes de comenzar el trabajo, y antes de irte a la cama por las noches. Esto es programar la mente para el éxito.
La visualización se ejecuta generando la imagen de un evento futuro en forma tan detallada como sea posible. Debe involucrar todos los sentidos, incluso el del gusto y el olfato. El objetivo es crear una visión convincente que la mente se encuentre dispuesta a aceptar como real. Si se lo hace en forma correcta, la mente trabajará inconscientemente en la satisfacción de ese deseo.
La mente es una herramienta poderosa en la búsqueda del éxito. Dado que el cerebro es como una esponja, uno debe tener cuidado con lo que le permite absorber. Utiliza afirmaciones y visualizaciones también para limpiar tu mente.
Las cosas no se dan con tanta facilidad. Debemos trabajar —y duro— para alcanzar nuestros objetivos. Sin embargo, recurre a algunos de los principios enunciados en esta guía y en menos de lo que canta un gallo tu confianza habrá dado un importante salto. ¡Buena suerte!
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