Elige entre estímulo y respuesta.
¿Has intentado alguna vez sonreír y pensar algo negativo? Generalmente, el resultado es que uno de los sentimientos vence al otro. Ya sea que vayas a sentirte mejor por haber sonreído o que te sientas mal y frustrado/a, ésta es una verdad importante de la psicología humana. Los seres humanos no podemos mantener la atención en más de un pensamiento a la vez.
Victor Frankl era un psiquiatra austríaco que terminó en un campo de concentración durante la Segunda Guerra mundial. Él fue testigo de numerosas atrocidades y fue víctima de los experimentos alemanes.
Sin embargo, él observó que las personas atrapadas en el campo tenían diferentes formas de tratar con su grave situación. Algunos perdían sus deseos de vivir, otros enloquecían, otros se suicidaban.
Había otros que actuaban en forma completamente diferente. Ellos caminaban de choza en choza, y daban hasta su último pedazo de pan a aquellos menos afortunados. Ellos alentaban a hombres, mujeres, y niños a seguir viviendo. Ellos les otorgaban una razón para creer en un mejor futuro.
¿Por qué estos hombros, portadores del rostro de la desesperación máxima, eran capaces de ayudar a los demás con sus problemas? Esto es lo que dejó perplejo a Frankl. Finalmente, él descubriría la razón mientras estaba siendo torturado.
Frankl cree que entre el estímulo y la respuesta yace la posibilidad del hombre a reaccionar a cualquier circunstancia dada. Él ha practicado esto en los campos de concentración y el sentido de su visión futura le ayudó a vivir. Él comprendió que tenía una opción, y esa opción era vivir.
El animal humano es el único organismo conocido que es consciente de su propia existencia. Sin entrenamiento, esta consciencia no lo ayuda a superar sus instintos de reaccionar a cualquier situación. Frankl ha descubierto que es posible usar el deseo para tomar una decisión en cuanto a la forma de reaccionar.
Otras teorías afirman lo mismo que Frankl. La gente en el campo de las ventas bien sabe que si uno sonríe largamente, terminará por sentirse bien consigo mismo. En esencia, puede sentirse como él desea. En esencia, es algo que se da de afuera hacia adentro.
Sonríe incluso cuando no exista razón aparente para sonreír. Así conseguirás exacerbar una sensación de positivos que, a su vez, expulsará los pensamientos negativos. Ésta es una espada de doble filo. Intenta fruncir el ceño y pronto estarás en un estado de seriedad que espantará a los que están a tu alrededor. Nuestros pensamientos son fluidos que están siempre pasando de un estado a otro. El desafío pasa por mantenerlos donde tú quieres que estén.
Los budistas recurren a sus milenarias técnicas de respiración para limpiar los tormentos de la vida diaria. Ellos creen que el sentimiento de distancia y conciencia sobre el estado de uno mismo es la clave para abordar una emoción fuera de equilibrio.
¿Cuál es el secreto de la respiración? Muy sencillo: la concentración sobre la respiración es una fuente de firmeza que se hace indispensable cuando uno está en busca de un sentimiento de control. Respirar profundamente y concentrarte en el proceso de respiración, asimismo, aminora el peso del ego. Además, provee al cuerpo de una ración mayor de oxigeno para combatir los efectos del estrés.
El sentimiento de distanciamiento corporal que consiguen los budistas morigera el estrés de la responsabilidad enseñando al participante a no preocuparse por el resultado de una tarea, y en cambio disfrutar del proceso de llevarla a cabo. Acompañado por un énfasis en la simplicidad, la compasión y el ejercicio, el estilo de vida que los budistas desarrollan está lleno de actividad, aunque ésta no afecta su visión de la vida.
La prueba pasa por encontrarte justo en ese estado de estrés excesivo que te impide funcionar demasiado bien. Es ahora cuando el tema de la opción entra en juego. Tú tomas la opción de dejar de trabajar cuando continuar sería contraproducente. Tú eliges si es posible comprometerte con un proyecto cuando sabes que tienes las manos llenas. La conciencia es la medida que te dice cuándo has tenido demasiado. La elección es la palanca que usas para aminorar la presión.
Una parte importante de elegir es aprender a decir no. Cuando se nos presenta una oportunidad, lo primero que hacemos es preguntarnos si la oportunidad es realizable y si tienes tiempo para dedicarte a realizarla. Si la respuesta es no, entonces no debes lamentarte por declinar. Sobrecargarse es una clara señal de haber elegido mal, y no será bueno para ti ni para la parte oferente. La clave pasar por tener la conciencia de responder con la elección adecuada.
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