Desde que comience
a prepararse, y vaya reduciendo su consumo de
tabaco, debe tener en mente un día (el
día D) concreto para dejar de fumar completamente.
¿Qué
día dejarlo? Los expertos siempre aconsejan
no elegir épocas de estrés (exámenes,
exceso de trabajo, etc.) para dejar de fumar.
Pero no existe el día perfecto. Quizá
un fin de semana pueda ser una buena opción,
ya que de viernes a lunes tiene tiempo para
dejar atrás el síndrome de abstinencia
y tendrá más libertad para hacer
los cambios de costumbres necesarios. ¡Recuerde!
No lo alargue más, no es conveniente
estar más de dos semanas en esta fase
de reflexión, pues se corre el peligro
de volver atrás.
Una vez designado
el Día D, considera ese día como
¡inaplazable bajo cualquier circunstancia!
La víspera
del día D.- Fúmese su último
cigarro. Tire todos los cigarros que todavía
pudiera tener. Aleje de su vista todo lo que
tenga
relación con fumar: ceniceros, mecheros,
etc.
Pida a todos los
que le rodean (familia, pareja, amigos, compañeros
de trabajo) apoyo y comprensión; recuérdeles
que mañana es el día. Va a necesitar
su ayuda. Piense que puede estar irritable y
nervioso y; además de que su apoyo y
paciencia pueden contribuir a que no desfallezca.
Si su pareja fuma, sería ideal que intentaran
dejarlo juntos.
Vuelva a leer y
recordar sus motivos y trabaje la relajación-visualización
con ellos. Repase la falsedad de sus excusas
para fumar y piense sobre todo en los beneficios
que está a punto de conseguir.
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