1.- Todos queremos ser felices y alcanzar el éxito en la vida. Pero buscamos fuera de nosotros, infructuosamente, algo que siempre se encontró en nuestro interior, el secreto para vivir una vida plena y feliz. La respuesta a todas nuestras preguntas, la solución a todos nuestros problemas y el poder de hacer realidad nuestras metas más ambiciosas se encuentran en lo más profundo de nuestra mente. Todo lo que necesitamos hacer es preguntar y escuchar la voz de nuestro subconsciente. La calidad de vida que experimentas depende de la calidad de las preguntas que hagas. Asegúrate que tus preguntas vayan orientadas a buscar los recursos que ya se encuentran dentro de ti y que te pueden ayudar a solucionar cualquier situación que enfrentes. Tu tarea debe ser hacer mejores preguntas para poder obtener mejores respuestas.
2.- Muchas de las limitaciones que cargamos con nosotros a lo largo de toda nuestra vida, no son de carácter físico ni tienen que ver con nuestra capacidad mental, dotes o talentos, sino con creencias limitantes e ideas erradas acerca de nuestro verdadero potencial y de lo que creemos que es o no posible. Debes deshacerte de todas aquellas afirmaciones negativas que has venido utilizando y reemplazarlas por afirmaciones positivas que dibujen en tu mente los resultados que deseas obtener. Debes formularlas en presente, como si ya estuvieran ocurriendo o fueran a ocurrir en un futuro inmediato. Recuerda que cuentas en este momento con todo lo que necesitas para triunfar. Tú tienes que creer esto. Esta es la única manera como puedes utilizar el poder que se encuentra guardado en el interior de tu subconsciente.
3.- Cada día, cada minuto, cada segundo de tu vida estás construyendo tu futuro con tu manera de pensar. Hoy, en este preciso instante tienes la oportunidad de comenzar a construir un nuevo futuro lleno de logros, abundancia y felicidad. Piensa en los sueños que deseas alcanzar; piensa en las fortalezas que tienes y las habilidades que deseas desarrollar; reflexiona sobre los hábitos que deseas ver en ti mismo y en los demás y verás como estos pensamientos tenderán a manifestarse en tu vida. Si presentas a tu mente subconsciente una imagen o película de tu vida, ya habiendo alcanzado la meta que te has propuesto, tu mente subconsciente empezará a trabajar para hacer que tu mundo sea consistente con esta imagen interna que le has estado presentando. Este es, sin lugar a dudas, uno de los poderes más grandes de la mente subconsciente.
4.- Todos queremos ser felices y tener éxito en la vida; deseamos saber cuál es el secreto que nos permita lograrlo, pero al no creernos poseedores de tan valiosa fortuna, buscamos fuera de nosotros algo que es parte de nuestra misma esencia. Todo lo que necesitamos saber para triunfar y vivir una vida plena y feliz se encuentra dentro de nosotros. Las respuestas a todas nuestras preguntas, las soluciones a todos nuestros problemas, el poder para hacer realidad nuestras metas más ambiciosas se encuentra enterrado en lo más profundo de nuestra mente subconsciente. Sólo necesitamos preguntarnos, escuchar la voz de nuestro subconsciente y confiar.
5.- Nos convertiremos en todo aquello en lo que pensemos constantemente. El pesimista vive en un mundo negativo y deprimente, mientras que el optimista vive en un mundo positivo, lleno de oportunidades. Lo más curioso de todo es que se trata del mismo mundo. Las diferencias que ellos observan son sólo el resultado de sus pensamientos dominantes. Recuerda que todo lo que se manifiesta en tu vida es el resultado de todo lo que previamente se ha manifestado en tu mente. Ciertamente, todos y cada uno de nosotros somos los “arquitectos de nuestro propio destino”.
La primera afirmación esencial de este “Modelo Integral para Desarrollo Armónico del Ser” es:
“SOY UN SER HUMANO CONVENCIDO DE SER UN HIJO DE DIOS. SOY UN CAMPO DE ENERGÍA INAGOTABLE, UN SISTEMA EN TRANSFORMACIÓN CONSTANTE Y UNA EXPRESIÓN DE LA INTELIGENCIA PURA”
Tal vez la característica más importante del ser humano es su libertad de elegir, de tomar decisiones. Esto se traduce en que debería considerarse al ser humano como un sistema en el cual coexisten dos fuerzas internas: una creadora y otra destructora. Al declararse uno hijo de Dios está indicando que busca alinearse con la fuerza creadora, con la inteligencia organizacional del universo, la cual está presente en todos los seres vivos y busca el crecimiento de cada uno de ellos. Si además de declararse uno hijo de la fuerza creadora se considera un campo de energía inagotable, un sistema en transformación constante y una expresión de la inteligencia pura está reconociendo el inmenso potencial al cual tiene acceso, está abriendo la posibilidad de evolucionar hacia estados superiores y en especial de alcanzar la plenitud interior. En concordancia con esta afirmación se asume que el ser humano puede alcanzar diferentes niveles de madurez, los cuales representan el grado de desarrollo del talento original con el cual ha sido dotado todo ser humano. A continuación se presenta una descripción inicial de estos niveles de madurez.
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