Antes de entrar en detalles conceptuales, descripción de obligaciones, derechos y demás puntos a tratar, considere importante transcribirles algunos párrafos de un trabajo muy interesante escrito por uno de los miembros del Centro de Despachantes de Aduanas de la República Argentina que a mi entender resume en pocas palabras la actividad desarrollada por este profesional.
“Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre este profesional cuya actividad se desarrolla en todas las latitudes del orbe pero poco es lo que se conoce sobre la real dimensión de su cometido”
“Se afirma y con justa razón, que el Despachante de Aduana o Agente Aduanal como quiera llamársele constituye el nexo insustituible entre la actividad privada y la actividad publica, en su caso, el estado, representado por la Aduana y su función que excede los limites de lo simplemente orientativo adquiere una relevancia tal que ambos sectores - aunque pueda pensarse lo contrario - no pueden actuar armónica y eficazmente, sino cuentan con su presencia”
Es así que todas las legislaciones del mundo bajo una forma u otra consagran y regulan los alcances de su labor y los parámetros a que deben sujetarse para un mejor ejercicio profesional y en algunos casos, como por ejemplo en Chile se les otorga el carácter de auténticos ministros de fe, con los que cuenta el estado como punto y factor de apoyo en la temática del comercio exterior.
En el caso de la República Argentina, la Ley 22.415 que sanciono el Código Aduanero, los inviste como agentes auxiliares del comercio y del servicio aduanero y condiciona el ejercicio de su actividad y responsabilidades a cuyos efectos los califica y determina las condiciones a que debe sujetarse su desempeño.
Perfilada su figura es preciso concluir que la constante evolución de la mecánica regulatoria de las operaciones de Importación y Exportación que en definitiva conforman el comercio exterior y las avanzadas técnicas que ponen en práctica los sistemas aduaneros del mundo, exigen al Despachante de Aduana una permanente actualización de sus conocimientos y una consecuente concurrencia de responsabilidades.
Lo demuestra que sus actividades van mucho mas allá de la simple calificación de auxiliares del comercio y la importancia que les otorga el Código Aduanero y las legislaciones de otros países a sus funciones específicas resaltan su condición de expertos que actúan como elemento de enlace entre el comercio y el servicio aduanero y las Areas conexas, haciendo imprescindible su profesionalidad que aparece convalidada no solo por todo lo expresado sino también por antecedentes históricos que permiten inferir con fundamento que su idoneidad y vocación practica, son sin duda elementos insustituibles en las relaciones entre el ámbito comercial y el fisco dentro de las regulaciones que prevé la ley.
Históricamente la profesión de Despachante de Aduana posee una larga existencia y en los hechos una gravitación que la ha constituido en el eslabón indispensable para hacer factibles las operaciones que configuran el intercambio comercial internacional.
Pese a ello, fuera del área de su contenido especifica es decir el comercio la industria y el campo aduanero su rol no es conocido suficientemente y con frecuencia se confunde y retacea su función y habitualmente no se comprende y valora la índole y medida de su participación en el logro de los fines comunitarios en los que activamente contribuye.
Queda sentado pues que el Despachante de Aduana es un verdadero técnico que a mas de dominar los problemas vinculados con la ubicación arancelaria de las mercaderías y sus connotaciones tecnológicas debe forzosamente conocer el Código Aduanero, las leyes que lo complementan y sus reglamentaciones, la Nomenclatura Común del Mercosur que en la actualidad suplanta a la Nomenclatura del Comercio Exterior, sus Notas Explicativas y los Criterios Clasificatorios el Régimen y la conformación de la ALADI el CAUCE y el MERCOSUR, los Tratados y Convenios de todo tipo suscriptos por el país las normas de Valoración de la tecnología el análisis de la documentación respaldatoria de las operaciones, los sistemas de computación y el sistema informático denominado MARIA adoptado por la Aduana Argentina y sus sucedáneos aplicados en otros países de Latinoamérica y consiguientemente la formulación y procedimiento de las solicitudes de destinaciones de las mercaderías que arriban o salen del país el régimen de las exportaciones y de los programas promocionales y de intercambio y su relación con la política oficial de expansión las operaciones bancarias su concreción y la instrumentación de créditos y formas de pago las nociones fundamentales del derecho tributario administrativo comercial y penal aduanero, las reglamentaciones consulares de fletes y estadísticas los controles sanitarios afectados al comercio internacional las contribuciones extraordinarias y las reglamentaciones propias de todos los organismos que intervienen de acuerdo a la naturaleza de los productos tanto en la importación como en la exportación los regímenes del IVA Ganancias e Impuestos Internos y su interpretación y las contribuciones especiales, para lo cual deben afrontar un panorama de constante modificación y que por lo tanto exige una permanente actualización en tan diversas materias.
Trazado este pormenor debe señalarse que la labor del Despachante de Aduanas no es rutina ni mucho menos ella se inicia antes del despacho de las mercaderías con el aporte del consejo y orientación al exportador o industrial para que los embarques tanto en la importación como en la exportación se efectúe en forma correcta. Ello incluye la presentación y preparación de los documentos mediante los cuales la aduana ejerce sus funciones de contralor documental,
percepción y fiscalización.
La índole de sus tareas y el propio carácter de auxiliar del Fisco son las constantes de su gran responsabilidad ya que mediante su accionar y bajo su firma se pone en marcha el aparato administrativo fiscal cuyos mecanismos actúan bajo su impulso.
Paralelamente a su capacidad para captar con rapidez y acierto los múltiples problemas que se le presenta resulta esencial que se muestre ágil y dinámico en el planteamiento correcto de las soluciones que correspondan dispensando igual cuidado a los legítimos intereses de sus mandantes y a los del Fisco que como se ha dicho son concurrentes y no antagónicos.
Cabe destacar que tanto el comercio como la industria ponen en mano de los despachantes de Aduana cuantiosos intereses que confían a su pericia y honorabilidad”.
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