Curso de Administración y economía del hogar, curso gratis de EnPlenitud  

Curso de Administración y economía del hogar

Microeconomía: salario, ahorro
 
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El salario

El hombre como tal es un ser con necesidades y por tal motivo debe satisfacerlas de algún modo.
Pero nos encontramos que ya muy pocas poblaciones siguen utilizando el trueque para adquirir productos, aun que -no se rían- todavía en la actualidad muchas localidades lo siguen utilizando.
Pero en las grandes ciudades el padre de familia se ve forzado a vender su fuerza de trabajo ya sea física o intelectual -acabamos de dar la definición de salario-,para poder satisfacer las necesidades de los integrantes de su hogar -esto sería la utilización del salario-.

Años ha, en cada hogar era solamente el padre hombre el que satisfacía dichas necesidades, y si por algún motivo él no se encontraba, era la madre la que suplía dicha función. O también se daba el caso de que algún hermano mayor sustituía al padre.

Pero en la actualidad, aunque no se presenten las situaciones mencionadas, deben trabajar los dos, padre y madre, y en ocasiones hasta los hijos para poder subsistir. Esto nos llevaría a problemas más complejos de analizar, si queremos ver quien fue el culpable de este comportamiento masivo, si las teorias neoclásicas o la globalización, pero como de eso no se trata nuestro curso regresemos al hogar, el lugar en el cual los miembros que laboren en la calle deben unir sus salarios y así poder distribuirlos de una manera mas equitativa.

Hay familias donde si los padres son los únicos que trabajan solamente a ellos les incumbe la administración del efectivo, pero existen otros donde los hijos o algún familiar coopera monetariamente.
En este caso se le debe de tomar opinión y hacerlo partícipe de las responsabilidades que esto conlleva, tomando decisiones ecuánimes para todos los miembros laboren o no laboren en la calle.
El salario puede ser nominal -considerando si se nos pagará por cada unidad vendida en el mercado- y real -que es la cantidad que las grandes compañías establecen en sus tabuladores-.

En la actualidad se emplea más a la gente con un oficio terminado o una carrera profesional, por lo que los padres de familia debemos hacer hasta el último esfuerzo posible para que nuestros hijos acudan a centros de estudios, cada día es mayor la exigencia de trabajos y menores las fuentes de desarrollo.

Por tal motivo en la economía familiar, cuando apenas la pareja empieza a formar vida común, deben percatarse de la enorme importancia de la planificación familiar, y no solamente en la cuestión educacional sino en todo el entorno: vivienda, comida, vestido, etc.
Cada vez las viviendas son mas pequeñas y la comida más escasa, por eso -como decíamos en la clase anterior- la economía familiar existe desde que venimos a este mundo y en ella nos desarrollamos hasta que morimos.

Para realizar nuestro presupuesto familiar -más adelante hablaremos de como estructurarlo- podemos tomar en cuenta la manera en que se nos pague: mensual, quincenal o semanal, para de esta manera separar los compromisos de la casa -tomando en cuenta las fechas que tenemos para liquidar dichos compromisos-, y preguntando a todos los miembros de la familia qué eventualidades tienen que afrontar.

Como mínimo nos deben avisar los hijos con quince días antes de que llegue la repartición de dicho dinero, ya que el presupuesto de la quincena del día 14 de mayo de tal año lo elaboré el catorce de abril de ese mismo año.

Pero recuerden la palabra clave: flexibilidad.
En este mes se pueden presentar eventos inesperados como enfermedades, tareas extraordinarias, etc., pero nunca bodas o bautizos inesperados que serían imposibles de satisfacer aunque no los hayan comunicado con treinta días de anticipación.
Este tipo de compromisos familiares deben ser avisados por consideración como mínimo seis meses, y digo mínimo tomando en cuenta las economías que existen en nuestros países de origen, que son tan volátiles.
Antiguamente con un salario, cuando se venía un cumpleaños se debían afrontar todos los regalos. Hoy en día, en cambio, se deben concientizar tanto los padres como los hijos de que si quieren regalos por cada miembro van a ser más significativos que suntuosos, o en su defecto se une lo presupuestado para pagar el pastel, un regalo familiar y si llega alcanzar una pequeña reunión.
Si va a ser dirigida para adolescentes o jóvenes, que ya están más concientes del poder adquisitivo, se les puede sugerir que si se quieren juntar todos lleven algo para la reunión aunque sea poquito, y después todos debemos ayudar en levantar la casa.
Porque ese es otro asunto.
Antes, cierta clase social se daba el lujo de tener a personal que nos ayudara en la casa, conocidas en algunos lugares como trabajadoras domésticas, y en otros hogares la abuelita, la tía y la mamá levantaban todo lo caído hasta el amanecer, pero en la actualidad la abuelita o dicha tía y hasta la mamá trabajan fuera de la casa, y no tienen tiempo para estarse desvelando o ya están muy cansadas para eso.

Y es que en esta época muchas de esas comodidades que existían -claro que no en todos los hogares- ya no se pueden sostener económicamente, o es mejor invertir ese dinero para pagar alguna deuda o adquirir algún bien o en su defecto ahorrar.

Al ahorro lo conocemos como aquella cantidad de dinero que se va reservando para algún imprevisto o para adquirir algún bien o servicio a largo plazo.
Pero volvemos al problema de que en la actualidad, por un lado no se puede ahorrar porque no hay dinero que alcance -pero debemos hacer que alcance- y por otro lado no tenemos la cultura del ahorro, porque nuestros padres no nos la infundieron desde pequeños, y esto es cuestión de habito y disciplina.

Vivimos en países donde la publicidad y los medios de comunicación nos atacan a todos, desde los niños hasta los ancianos, con publicidades resaltando las "cualidades" de distintos productos.
El consumidor -es decir nosotros- nos vemos bombardeados con estas informaciones, que procesamos en nuestro cerebro y que comienzan a dar origen a la "necesidad" del producto y el deseo de adquirirlo.

Es difícil, pero es necesario sobreponerse a este condicionamiento para poder ahorrar. Algunos especialistas especifican porcentajes o cantidades exactas de lo que deberíamos ahorrar, pero eso es siempre y cuando tuviéramos salarios que cubrieran nuestras necesidades y no solamente las básicas.

Para esto, haremos uso nuevamente de nuestra flexibilidad y veremos cuanto podemos ahorrar de luzç si apagamos ese foco que no ilumina a nadie, o damos click al control del radio o la televisión si nos estamos durmiendo o lo vamos hacer.
No bañarnos con agua tan caliente en verano, y por tal motivo no gastar agua también caliente en lavar trastos sucios, o mejor aún: ¿por qué no comer sin tanta grasa, que también es mejor para nuestra salud?.
No lavar los carros con la manguera sino con una cubeta y trapo, y así podemos seguir enumerando todas las actividades en las que podemos ir ahorrando un pesito o dos, y así sucesivamente hasta que las cuentas disminuyan o por lo menos ya no aumenten.

Y todo eso que vayamos viendo que nos sobra irlo juntando hasta que lo podamos meter en una cuenta bancaria que nos de confiabilidad y que incremente nuestras reservas de dinero.
Porque aquí aparece otro punto muy importante para que desees ahorrar. Al poner tu dinero "a trabajar", obtendrás la tasa de interés que te de el banco. También todo el dinero extra que ganes lo puedes ir depositando y así tener un ahorro para el futuro sin disminuir tu nivel de renta actual - es decir, tus ingresos actuales que obtienes y distribuyes para tus necesidades actuales-.

Yy tomando en cuenta estos factores del ahorro, podemos analizar que cuenta adquirir, si es para casarse, o para gastos imprevistos como enfermedades, funerarios, adquisición de un inmueble, etc, o es solamente para irte de vacaciones cada año.
De cualquier manera el ahorro debe írseles inculcando a los niños a partir de lo que ellos puedan comprender del valor del dinero, cuanto me cuesta este dulce, cuanto me trae el ratón por mi diente, etc.

Todo es cuestión de educación y cultura, la cual tenemos pero no la queremos desarrollar, por falta de tiempo o porque me da flojera, pero recuerden que todo en esta vida cuesta, pero si nos apuramos y lo entendemos desde un principio caminaremos por el sendero una sola vez.

 

 
 
 
 
   
 
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