Cuando nosotros
hablamos de demanda, nos estamos refiriendo
a la cantidad de
bienes que el individuo necesita, para satisfacer
sus necesidades.
Pero ¿qué sucede en nuestra familia
y en la actualidad? Teniendo en cuenta que anteriormente
habíamos dicho que vivimos en una época
de consumismo y que somos objeto de los bombardeos
publicitarios de todos los productos que se
encuentran en el mercado.
Entonces, ¿qué
debe de hacer el padre administrador para poder
saciar
esta demanda?
Muy sencillo: debemos planear la comida para
la siguiente semana, si se cobra por semana
o la de la siguiente quincena. Hay que documentarnos
cuales son los alimentos que en esa temporada
están más económicos por
ser de demanda inmediata, y realizar con ellos
un sin fin de recetas que nos pueden sacar de
apuros.
Pongamos un ejemplo: en Semana Santa es característico
consumir pescado, pero si tenemos otros productos
que son igual de ricos y que son propios de
la temporada, como las calabazas, coliflor,
espárragos, acelgas, etc. y son productos
que no son
cambiantes en su precio, podemos echar mano
de ellos en esta época en que los peces
y mariscos están precisamente muy elevados
en su precio porque la gente lo
exige.
Es aquí donde
interviene la palabra oferta: la mayoría
de la gente cree
que oferta es una reducción en el precio,
lo que puede ser parcialmente cierto desde un
punto de vista mercadologico.
Pero si lo estudiamos desde la economía,
oferta es la cantidad de productos que se fabrican
o se venden y a los que no necesariamente se
les redujo el precio.
Cuando los comerciantes
saben que un producto se va a consumir excesivamente
no le baja el precio, y por el contrario se
lo sube. Por eso en la época navideña
se gasta tanto porque la mayoría de los
comerciantes saben que con tal de estar contentos
de comer lo que no se comió en todo un
año y de regalar a nuestros seres queridos
no nos va importar el precio.
Pero ya a estas
alturas debemos administrar tanto nuestro tiempo
como nuestro dinero y podemos ir realizando
las compras, sobre todo los
regalos de fin de año, en la época
de agosto, y así cuando llegue diciembre
ya habremos comprado todos los obsequios que
necesitábamos.
Lo mismo podemos
hacer con nuestra cena de Navidad o de fin de
año, ir comprando todos aquellos productos
que no pueden echarse a perder y que vienen
envasados al
vacío, y así cuando lleguen esas
fechas decembrinas solamente adquiriremos
los productos que no se podían almacenar
pero no gastaremos tanto.
Podemos hacer lo
mismo con los Reyes Magos, o Papá Noel:
ir adquiriendo poquito a poco desde junio o
julio los regalos para los chicos y así
nunca dejaran de llegar -que triste es ver una
carita de un niño sin un regalo esas
fechas y todo debido a una falta de previsión-.
Y lo mismo pasa
con los recuerdos: adquirir rollos de películas
cuando existan rebajas -casi siempre se dan
cuando terminan las vacaciones de verano y empiezan
las clases-.
De este modo no nos haremos participes del juego
de la oferta y la demanda y trataremos de cuidar
un poco mas nuestro dinero. Es algo que les
digo continuamente a mis alumnos: uno nace,
crece, se reproduce y muere con inflación,
que es la subida o el alza en los precios de
los productos y esto es debido a muchos motivos
tanto nacionales como internacionales. POr citar
unos ejemplos: la deuda externa, las tasas de
interés, el incremento del precio de
un insumo como podría ser el Petroleo
-sube la gasolina y todos los productos porque
todo se transporta-, si sube el azúcar
subirán todos aquellos productos que
lleven hasta la mínima cantidad de azúcar
y así sucesivamente podemos citar muchos
ejemplos de esta
inflación en espiral como se le conoce
porque arrasa no solamente con un producto sino
con muchos.
Y ustedes amigos
dirán ni modo que almacenemos azúcar
para toda la vida o gasolina lo que seria
un peligro-, para este tipo de situaciones
es cuando es preciso emplear la flexibilidad,
ver en realidad si es necesario sacar el automóvil
a diario o solamente para ir unas cuantas cuadras,
adquirir productos cuando estén en oferta
y como las hormiguitas ir guardando para cuando
lo necesitemos -tomando en cuenta, las adecuadas
medidas de desinfectar las áreas para
que no se vayan almacenar bichos indeseables
y regularmente fumigar-.
En este momento
de crisis que vive el mundo es muy necesario
acostumbrar a nuestros hijos a comer de todo
porque en un futuro no sabemos, y así
ellos no sufrirán, aparte de que obtendrán
todos los nutrientes que tanto los vegetales
como las frutas nos dan. Hay que abrazarlos
a diario y a cada rato besarlos y apoyarlos,
pero también enseñarles la importancia
del dinero y, como decíamos, hacer cultura
de ahorro para un futuro.
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