Aprender a manejar nuestros sentimientos, desafortunadamente, no es algo que viene automáticamente con la madurez. ¿Cuántos de nosotros conoce a adultos que nunca tienen el control de sus emociones? La adolescencia es una etapa crucial en esta tarea porque los sentimientos juegan un gran rol en cómo nuestros niños forman y mantienen amistades.
Un chico que aprende a controlar sus sentimientos se sentirá mejor consigo mismo y disfrutará mejor las relaciones con los demás toda su vida. Es solo lentamente que el chico empieza a entender que los demás tienen derecho a sentir, creer y querer cosas que son diferentes de sus propios sentimientos, creencias y deseos. Y eso en esencia es uno de los principios de una amistad verdadera.
Cosas que puede hacer
• Exprese sus propios sentimientos en voz alta de vez en cuando
• Use un “diccionario de sentimientos” para ayudar a que su chico nombre sus sentimientos.
• Utilice la primera persona para encarar un diálogo
• Sugiera escribir ejercicios para que su hijo pueda exteriorizar sus sentimientos.
• Escuche sin juzgar
• Haga que su hijo grabe o escriba sus emociones, lo que lo molesta, lo que quiere hacer, y que fue lo que lo hizo cambiar de humor
• Haga que su hijo dibuje o actúe sus sentimientos.
Cosas que no puede hacer:
• Sacar los “malos” sentimientos
• Cambiar el humor de su hijo
• Dictarle cómo debe sentirse
• Cambiar los sentimientos de otros hacia su hijo
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