La manera como yo aplico el papel de la codicia dentro de la relación amorosa es la siguiente: “LA CODICIA se refiere a un deseo voraz por poseer a un objeto sobrevalorado parcialmente por el sujeto”.
Ese deseo voraz y apasionado te impide valorar adecuadamente al objeto en su totalidad; o la valoración integral de lo que codicias, está obstruida porque tu capacidad de reflexionar esta bloqueada, la integración de tus percepciones y de tu experiencia esta contaminada por la codicia.
Otra forma más simple de decirlo es que cuando codicias algo: no entiendes razones. Ni razones provenientes del exterior ni razones provenientes de ti mismo. Es la raíz del carácter caprichoso.
En ese momento también haces una hipervaloración del objeto, no por envidia, no por celos, sino por un deseo inherente a ti mismo, simplemente quieres poseer eso para ti.
A diferencia del envidioso cuando obtienes al objeto codiciado, lo sigues hipervalor- ando conscientemente para ti mismo. Y los demás personas pueden ser que coincidan o no coincidan en esta hiper-valoración.
Cuando posees un objeto por codicia no buscas que los demás lo envidien, buscas que los demás lo hiper-valoren tal como tu lo haces. Es decir quieres que los demás vean a tu objeto con los mismos ojos con los que tú los ves. Deseas que los demás lo admiren tal como tú lo admiras.
Agrego hoy: La envidia no te deja amar lo que eres, lo que posees y lo que tienes. Y obviamente que cuando llegas a obtener al objeto envidiado y lo conservas, sí buscas que los demás lo envidien y buscas que te envidien a ti, porque según tú, posees algo envidiable.
Me voy a extender un poco más, sobre este tema ya desarrollado a propósito de la codicia en donde me enfoco en el tener-poseer. Tan solo transcribo:
Es necesario darnos cuenta que no es lo mismo “tener” que “poseer”.
Poseer.
Cuando tú piensas y sientes que posees algo te estás enfrentando a un grave conflicto psicológico, sin que tú lo sepas, “lo que tú posees, te posee a ti”. En el momento en que posees “algo”, lo poseído te posee a ti. Es decir no puedes prescindir de él. Cuando llegas a perder lo que tu posees, te desmoronas, sientes un gran perdida, la sensación de perdida inunda tu yo, la sensación de perdida te desborda.
Cuando obtienes algo mediante el deseo de poseer, ostentas lo poseído, y cuando lo pierdes sientes una gran carencia y necesidad de volverlo a poseer.
Tener.
No sucede lo mismo cuando tú tienes algo. Cuando tú tienes algo, no existe sobre -valoración de lo que posees, sabes que puedes prescindir de él, aunque te duela, por esa razón no te desborda la emoción de pérdida. Cundo tienes algo, lo puedes soltar sin que te produzca la sensación desbordante de pérdida o de necesidad.
Por ejemplo no es lo mismo cuando tienes la sensación de poseer un carro que tener un carro. Al tener la sensación de poseer, eso que posees, pasa a formar parte de ti, de tu imagen, de tu identidad y hasta de tu funcionalidad: ¡yo sin mi carro no podría vivir! El carro ya te posee a ti. Éstas empezando a adorar a tu carro, y te estás empezando a adorar a ti por poseer ese carro.
Cuando “tienes” un carro, el carro que tanto te gustaba por fin lo tienes. Es tan solo eso, tienes algo, pero no forma parte de ti, realmente no existe una hiper-valoración de ese objeto en relación contigo mismo, por lo tanto puedes prescindir de él. Obvio que puede incrementar tu imagen por el esfuerzo que hiciste para conseguirlo, pero en ese caso tu imagen aumenta no por el objeto en sí mismo, sino por tu capacidad de logro, por la confianza en ti mismo, y entonces tu confianza ha crecido no por un objeto exterior, sino por una acción interior.
Vamos a decir que: tu “yo” crece no por el objeto exterior sino por las acciones que ahora sabes que puedes realizar. Llegas a perder ese auto, y por lo tanto tu imagen no recae o no se apoya en poseer el auto, tu imagen no se desmorona, tu confianza está depositada en si mismo no en un objeto.
Cuando posees algo, lo disfrutas, pero sufriendo o haciendo sufrir, cuando tienes algo lo disfrutas y gozas sin sufrir y sin hacer sufrir.
“En verdad que difícil es tu vida si lo que tú eres esta basado en lo que posees y no en lo que tienes, y sobre todo en lo que eres”. Tal vez ahora puedas comprender que muchas personas que han perdido lo que poseen incluso han llegado al suicidio, porque su imagen esta destruida.
Cuando no puedes recrearte y alegrarte con lo que tienes; o lo que tienes o eres, no te da felicidad, estás justo en la brecha para que brote la envidia y la codicia.
Amar sin ataduras.
Hoy agrego a propósito de la envidia: y cuando eres, nada se te puede quitar, nada puedes perder, porque no tienes nada ni posees nada, solo eres. Y cuando eres lo que eres la sensación de felicidad es muy diferente.
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