Todos sabemos como se está viviendo en estos tiempos con mucha aceleración. La misma puede darse porque nuestro ambiente externo nos obliga, impulsa y conduce bruscamente a rendir, a actuar y a responder más rápido.

Incluso, en muchos ambientes laborales es hasta bien visto que las personas actúen de forma compulsiva y que desarrollen varias actividades al mismo tiempo. Todo esto se da también, por la dificultad propia de establecer límites al entorno y a nosotros mismos.
Pero, ¿qué sucede cuando esa aceleración ya no solo nos impulsa a realizar varias actividades a la vez o a resolver situaciones a cada instante, sino que nos empieza a perjudicar la salud física y emocional , empeorando nuestras relaciones con los demás de a poco?
Veamos este ejemplo para comprender el estrés:
“Tomás era bien visto por sus superiores por realizar varias actividades laborales y por quedarse después de hora en su lugar de trabajo. Siempre tenía la respuesta justa y generalmente muchas responsabilidades recaían sobre él. Todo lo resolvía satisfactoriamente. Se sentía motivado por ser quién era. Se sentía bien por cada situación superada con éxito.
Hasta que comenzó a trabajar también los fines de semana por el afán de realizar más tareas “pendientes”, creyendo que así lograría el ansiado asenso. Pero su ausencia en la casa era un tema de discusión constante con su esposa, hasta que comenzó a presentar dolores en el estómago cada vez más intensos.
En la visita con el médico le diagnosticaron
“colon irritable”.

¿Qué empezó a sucederle a Tomás?

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Tomás se sentía muy motivado en el plano laboral: superarse día a día, resolver problemas, llegar a la meta. Esa energía que él requería para llevar a cabo todo lo que se proponía podemos llamarlo Eustrés (o estrés positivo), que es el nivel normal y deseable. Sin embargo, cuando sobrepasó esa motivación, esa energía excesiva con la que se desempeñaba llegó a resultarle perjudicial, afectando el área física (Problemas en el colon) y el área de pareja.
Se excedía en su desempeño por tener metas cada vez más altas, o también por no saber delegar tareas a otras personas. Todo eso comenzó a afectar su salud. Aquí ya estamos hablando de distrés.

ESTRESORES (factores internos y externos que nos pueden estresar)
 Familiares
 Problemas o situaciones laborales
 Adicciones
 Frustraciones
 Culpas
 Problemas sociales, económicos
 Problemas de pareja
 Y demás estímulos internos y externos
Ya comprendimos el estrés en el caso de Tomás. Y algunos estresores posibles.-

AUTOEJERCICIO:
1) ¿Qué considero como estresor en mi vida hoy?
2) ¿En que grado, en mis actividades diarias, me asemejo a Tomás?
3) ¿Qué le aconsejarías a Tomás?
4) ¿Con qué tareas de mi vida diaria siento distres y con cuáles eutres?