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El diccionario de la RAE, define eyacular como “Lanzar con rapidez y fuerza el contenido de un órgano, cavidad o depósito, en particular el semen del hombre o de los animales”
[1] y precoz como “Proceso que aparece antes de lo habitual”[2].
Existen varias expresiones sinónimas de eyaculación precoz, tales como eyaculación prematura, eyaculación rápida, eyaculación inoportuna, falta de control de la eyaculación, y control eyaculatorio inadecuado o pobre.
Hasta antes de las investigaciones de Kinsey (1948), en occidente el hombre no se había preocupado por su tiempo de duración coital ni por la velocidad de su eyaculación. Con anterioridad a la década de los setenta, la eyaculación precoz era considerada como un subtipo de impotencia, la que era definida como “la imposibilidad de practicar normalmente el coito vaginal. Comprende trastornos de la erección y de la eyaculación”[3]. Mientras que para otros autores “la impotencia psíquica puede afectar... los actos preparatorios, la erección (que puede ser incompleta o estar ausente), la eyaculación (que puede ser retardada, selectiva o precoz) y los trastornos del orgasmo (que pueden ser totales o parciales).” [4]
Con posterioridad a los estudios de Masters y Johnson en los años sesenta y setenta, la eyaculación precoz es reconocida como un problema independiente de la impotencia, sin embargo, surge la dificultad de definirla con precisión.
A lo largo de la historia, se la definió acorde a diversos criterios, que apuntaban al tiempo de duración coital (30 segundos), al número de movimientos peneanos intravaginales, o al porcentaje de orgasmos alcanzado por su pareja.
Para algunos autores, la eyaculación precoz es aquella que se produce antes de la penetración, siendo eyaculado el semen fuera de la vagina. Es así como Kusnetzoff, hace una distinción entre eyaculación precoz y rápida. “La eyaculación puede suceder antes de la introducción vaginal (eyaculación precoz verdadera) o casi inmediatamente después de introducir (eyaculación rápida)”[5]. Sin embargo, para otros autores, se trataría de una eyaculación ultraprecoz.
Existe una línea teórica que entiende como precoz a aquella eyaculación que se produce fuera de la vagina o a los pocos instantes de la penetración. Gindin y Huguet establecen una diferencia entre lo que denominan eyaculación ante portas (“antes de la puerta”) o inter femora (“entre las piernas”) que “comprende los casos de eyaculación cuando se está por introducir el pene. El eyaculado se produce entre las piernas o nalgas de la pareja”[6], con la eyaculación precoz, donde lo más común es que la eyaculación y el orgasmo tengan lugar al poco tiempo después de la introducción del pene, en menos de veinte segundos y con no más de diez a quince movimientos. Sin embargo, lo esencial y característico es la imposibilidad de decidir el momento para eyacular o de tener control voluntario y no el tiempo o el número de movimientos.
Otra línea teórica [7], se centra en el tema del control del reflejo eyaculatorio por parte del hombre. Entre los principales autores que siguen esta línea, se encuentran:
Helen Kaplan, la cual afirma que un hombre con problemas en la fase orgásmica no tiene control sobre el orgasmo. “El aspecto crucial de la precocidad es más bien la ausencia de control voluntario sobre el reflejo eyaculador, independiente de si esto se da después de dos impulsos o cinco, de si ocurre antes de que la mujer alcance el orgasmo. Podemos decir, pues, que existe eyaculación precoz cuando el orgasmo se da de una manera refleja, esto es, cuando se halla fuera del control voluntario del individuo una vez alcanzado un intenso nivel de excitación sexual” [8].
Masters, Johnson y Kolodny siguen esta línea teórica cuando definen a la eyaculación precoz como una “eyaculación incontrolada durante los escarceos amorosos, o bien cuando el hombre intenta la penetración, o al poco de iniciado el acto sexual” [9].
Sin embargo, para otros autores, la esencia del diagnóstico, de la definición y de la calificación de precoz de la eyaculación, se encuentra en la opinión “subjetiva” de al menos uno de los miembros de la pareja:
Es así como para Alex Comfort, denomina precoz “a la eyaculación que se produce antes de lo que desean ambos componentes de la pareja”[10].
Una definición más completa de esta línea es la que da la American Psychiatric Association (APA) en el DSM-IV, donde se refiere a la eyaculación precoz diciendo que “la característica esencial de la eyaculación precoz consiste en la aparición de un orgasmo y eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco tiempo después de la penetración y antes de que la persona lo desee”[11].
Masters, Johnson y Kolodny distinguen acorde a la intensidad del problema, a los casos más graves, donde la eyaculación sobreviene de modo invariable antes de la introducción del pene en la vagina; a los casos menos extremos donde la eyaculación se produce cuando se intenta la penetración o a los pocos segundos después de la misma; mientras que la forma más leve es aquella en la que los hombres consiguen contenerse hasta que ya están practicando el coito, pero pierden el control tras unos cuantos movimientos peneales intravaginales.
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