La entrada XUN (orientación sudeste) nos pone frente a los negocios de masas, es decir, a aquellos que cifran en el volumen las buenas cuentas de sus resultados. Esta entrada es una de las más comerciales y tiende a ser muy beneficiosa en aquellos lugares donde el poder adquisitivo de los consumidores no es tan elevado como para comprar mercancías exclusivas.

Los negocios, comercios o empresas, aunque no apunten físicamente al Sudeste, pueden beneficiarse de la bonanza de esta entrada. Tenga en cuenta las siguientes características comunes XUN:

• Utilización de colores verde y gris con fondo blanco.
• Iluminación fluorescente y blanquecina.
• Climatización constante.
• Grandes vidrieras o aparadores.
• Utilización de metales, sobre todo aluminio.
• Renovación periódica o constante.
• Seguimiento de lo que está de moda.
• Sin demasiada calidad, pero con buen precio.
• Uniformidad de los empleados.
• Apuesta por la apariencia juvenil y por la juventud en general.
• Utilización constante de promoción y publicidad.

Y si además de seguir estos puntos la entrada principal señala claramente al Sudeste, la entrada XUN queda inte¬gralmente completada.

Los más favorecidos

A menudo basta con abrir una puerta en el sector Sudes¬te de una tienda o de unos grandes almacenes para que éstos vean incrementadas sus ventas, porque la entra¬da XUN es muy noble y propicia, con el mismo flujo de gente, una reorganización natural del negocio, porque la entrada XUN admite un poco de todo, y por eso las empre¬sas más favorecidas con este tipo de entrada principal son las siguientes:

• Supermercados.
• Grandes almacenes.
• Tiendas de ropa en general y de moda juvenil en par¬ticular.
• Empresas de comunicación o telecomunicación, como radio, televisión, revistas, prensa y editoriales ni especializadas ni selectas, sino de aire desenfada¬do y juvenil.
• Todo lo que esté orientado a lo superficial, a lo poco profundo, incluidos los profesionales de las reformas y de los arreglos inmediatos de fontanería y lampistería.
• Centros juveniles.
• Discotecas, salas de fiestas y bares de copas de media¬na calidad.
• Librerías no especializadas y con sección de saldos.
• Centros culturales orientados a la juventud.
• Escuelas de grado medio o de formación técnica.
• Pequeñas empresas.
• Gimnasios y centros deportivos.
• Clínicas de rejuvenecimiento.
• Centros de medicina natural o preventiva.
• Herboristerías.
• Empresas agrícolas o ganaderas.
• Servicios bancarios o financieros menores.
• Sucursales bancarias de pueblo o barrio.
• Productos de jardinería.
• Tiendas de mascotas y centros veterinarios.
• Perfumerías y joyerías que no sean de lujo.
• Tiendas de vehículos juveniles, como motos o bici¬cletas.
• Tiendas de deportes no selectivos ni especialmente caros.
• Venta de vehículos utilitarios o usados.
• Toda clase de profesiones liberales, pero preferente¬mente las que estén relacionadas con la imagen, las relaciones públicas, el periodismo o la comunica¬ción.

Todo lo que es llamado de «medio pelo», que parece caro, bueno o de marca, pero que no lo es tanto, y, en fin, todo lo que es accesible a una economía juvenil o media, pero que está a la moda e intenta parecer mejor de lo que en realidad es, cabe perfectamente en la puerta XUN, deja un buen margen de beneficio y atrae a un buen número de clientes.

XUN necesita que se corra la voz, por lo que es indis¬pensable hacer promociones y reformas continuas, tanto en mercaderías como en instalaciones, para estar siempre al día y funcionar mejor. La publicidad debe ser un arma constante. Lo que no se debe hacer es rebajar demasiado la cali¬dad de los productos.

¡Cada vez más clientes en los comercios XUN!

A medida que va mejorando la medicina, la alimen¬tación y la calidad de vida en general, la vida de cada uno de nosotros se va alargando y la juventud dura mucho más, tanto que muchos de nuestros hijos se niegan a envejecer de plano, a casarse y a dejar el hogar paterno, aunque ten¬gan bien cumplidos los 30 años.

La franja de lo que se entiende por juventud es cada vez más amplia, y por eso los negocios con característi¬cas o entrada principal XUN, también van creciendo y aumentando día a día.

Los productos que antes sólo consumían personas entre 18 y 25 años de edad, ahora son consumidos por personas que van de los 16 a los cuarenta y tantos años de edad, es decir, que lo que antes servía para un margen de 7 años, ahora vale para uno de casi 30 años: cuatro veces más que hace un par de generaciones. Existen zapatillas deportivas que las puede usar tanto un adolescente como una persona de 50 años. Y lo mismo pasa en todo tipo de actividades. Es que XUN siempre va con lo que marcan los tiempos, la sociedad en general y la moda.

Fechas XUN

Los ciclos de XUN están relacionados con los signos chi¬nos del Caballo y de la Serpiente, correspondientes a los horóscopos occidentales de Géminis y Tauro, lo que hace que los meses de junio y mayo sean especialmente propi¬cios para todo negocio relacionado u orientado sobre XUN, lo mismo que los años 1905, 1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001, 2013, 2025 y 2037, por la influencia de la Serpiente, y los años 1906, 1918, 1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002, 2014, 2026 y 2038.
Si usted ha nacido en alguno de los meses o los años señalados, no lo dude ni un momento, aunque su natu¬raleza sea indecisa, y decántese por los negocios con características XUN, o bien, por los que tengan como entrada principal el Sudeste.

Cuando el negocio es la misma persona

Muchas de las profesiones liberales, sobre todo aquellas en que el negocio es la misma persona, están relacionadas con XUN porque representan un proceso de maduración independiente, muy propio de la juventud que no desea que nadie le mande nada ni le diga cómo tiene que hacer las cosas.

Muchos artistas, pintores, periodistas, dibujantes, can¬tantes y similares, sin demasiada experiencia o sin dema¬siada proyección, se encuentran inmersos en XUN, sin saber cómo llegar a KAN y negándose a caer en LI, es decir, aspi¬rando a lo más grande pero sin lograrlo, y evitando ser demasiado comerciales. Por supuesto, su posición es váli¬da, pero muy poco o nada rentable, ya que corren el ries¬go de caer en la mediocridad y en el anonimato, y si bien XUN es una buena plataforma de liberación y lanzamien¬to, no es la mejor entrada para llegar a la fama o para per¬durar en ella, ya que KAN es mejor para lo selecto y lo que perdura, por ejemplo, y LI es la entrada que mejor conec¬ta con las masas. Y como por mucho que lo deseemos no podemos ser eternamente jóvenes, lo mejor es que salte¬mos de XUN a otra entrada más propicia antes de que se nos haya pasado el tiempo.

El campo, el gran olvidado de XUN

Y no sólo el campo, sino también los bancos a la antigua usanza y hasta los graneros, ahora cámaras frigoríficas, han quedado un poco descolgados de XUN, y aunque siguen siendo buenos y necesarios negocios, han caído en la tec¬nología y la especialización, es decir, que han dejado de ser compartidos por un amplio público, y se han queda¬do para unos cuantos.

Por supuesto, si un empresario se suma a las nuevas modas y usanzas del mercado actual, y se dedica al campo de una manera moderna, con invernadero, riego a gota y tecnología punta, puede hacer llegar su producto a un gran número de gente, a sabiendas de que sus frutas y hortali¬zas pueden tener una buena apariencia, pero sin dema¬siada calidad en sabor y olor. Y lo mismo sucede con los ganaderos y granjeros en general, porque el trabajo en el campo ha dejado de ser tan duro y ya no requiere de una mano de obra tan amplia, pero que puede seguir siendo rentable para unos pocos.

Este fenómeno comenzó en los países más avanzados hace más de cuarenta años, y ya está instalado en los paí¬ses de desarrollo medio, pero aún está por llegar a los países subdesarrollados, donde la agricultura y la ganade¬ría, el campo en general, si es una forma de vida que está nutrida por los mismos campesinos al estilo tradicional de XUN, donde la juventud es fuerza vital necesaria que se acopla a los ciclos de la naturaleza, y no como en los países más adelantados, donde la naturaleza tiene que acoplarse a los ciclos y necesidades de la gente.