El estiramiento puede ser altamente beneficioso si es practicado en forma adecuada. Por el contrario, si se lo hace descuidadamente puede generar serios daños. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para que tus prácticas de estiramiento sean siempre seguras:
• Siempre calienta antes de estirar. Estirar un músculo frío incrementa los riesgos de tirones o desgarros. Piensa es tus músculos como si fueran banditas elásticas. Es muy fácil estirar una bandita elástica caliente, pero si intentas hacerlo con una fría posiblemente termines rompiéndola. En consecuencia, no trates a tus músculos como a una bandita elástica. Lo mejor es siempre estirar después de haber calentado los músculos o al finalizar una rutina de ejercicios.
• No bloquees las articulaciones al estirar. Procura que los hombros y las rodillas se encuentren ligeramente inclinados para evitar efectuar cualquier tensión innecesaria sobre los mismos.
• Nunca contengas la respiración mientras estás estirando. Por el contrario, intenta respirar normalmente, inspirando el aire por la nariz y exhalando por la boca. Esto hará del estiramiento una experiencia más agradable y relajante.
• Tómate tu tiempo. El estiramiento suave y prolongado reduce la tensión y la tirantez muscular indeseada.
• No te compares con los demás. Todos tenemos diferentes grados de flexibilidad. Las comparaciones pueden llevar a una sobre-exigencia.
• Si tienes un recambio de cadera, no cruces tus piernas ni inclines tus caderas más allá de los 90º durante cualquiera de los ejercicios de estiramiento.
• Evita el estiramiento balístico y otras técnicas que requieren de mucha fuerza, y movimientos cortos y rápidos. Tienes menos control durante este tipo de estiramiento y, en consecuencia, mayores probabilidades de lesiones. Estos entrenamientos no permiten que los músculos se ajusten y se relajen en la posición de estiramiento. En cambio, puede hacer que se tensionen al activar repetidamente el reflejo de estiramiento.
• Nunca estires hasta el punto de llegar a sentir dolor. Si duele, detente.
• Habla con tu doctor sobre cualquier lesión actual o antigua, ya sea ósea o muscular, o acerca de cualquier problema que pudiera interferir con tu capacidad de estirar en forma segura y efectiva.
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