Lo que puede obtenerse de Nemamiah:
Prosperidad en todas las cosas. Liberación de prisioneros. Éxitos en las batallas.
Sueños premonitorios. Lucidez en la estrategia de la vida.
“Nemamiah: Dios loable”
“Ustedes que temen al Eterno, confíen en Él, que es su socorro y su coraza”.
“Qui timent Dominus speraverunt in Domino adjutor eocrum et protector eorum est”.
“Ayúdame, Nemamiah, para que en mí no haya otro designio que el de construir en La Tierra el arquetipo que ya existe en el cielo”.
“Dame valor para afrontar mis responsabilidades y lucidez para hacer las cosas a su tiempo y no anticipando las etapas”.
“Quiero luchar por la Tierra Prometida, pero guárdame, Señor, de la tentación de
entrar en ella anticipadamente”.
Genio número 58: Yeyalel.
Lo que puede obtenerse de Yeyalel:
Curación de enfermedades, especialmente las oftalmológicas. La confusión de los
malvados y falsos testigos. La confesión de la verdad. Consuelo para las penas. La
solución lógica para los problemas concretos de la vida.
“Yeyalel; Dios que atiende las generaciones”.
“Mi alma está turbada. Y tú, Eterno, ¿hasta cuándo deberé esperar tu socorro?.”
“Et ánima turbata est valde, sed tu Domine usque quo?”.
“Yeyalel, arma mi brazo, Señor, para que construya con la mirada fija en la
Eternidad”.
“Que mis edificios sirvan para albergar la felicidad de los hombres”.
“Pon mi inteligencia al servicio de la necesidad real y no permitas que la utilice para demostrar la certeza de mis prejuicios”.
“Que mi combate tenga en todo momento un objetivo útil a la comunidad a la que pertenezco”.
“Guárdame Señor, de la violencia y haz que en todo momento sea capaz de ceder antes de destruir”.
“Desde lo alto de tu morada, guarda memoria en mí”.
Genio número 59: Habahel.
Lo que puede obtenerse de Habahel.
Fecundidad en las mujeres estériles. El descubrimiento de objetos valiosos. El pago
de deudas del pasado. El sometimiento y el respeto de los hijos hacia sus padres. La
buena marcha de los negocios mundanos.
“Habahel; Dios que conoce todas las cosas”.
“Desde la salida del sol hasta su ocaso, ¡que el nombre del Eterno sea loado!”.
“A solis ortu uaque ad ocassum laudábile nortem domini”.
“Habahel, quiero, Señor, que si por los méritos de mi pasado haces que el oro
descienda del cielo para mí, me armes con el anhelo de invertirlo en la promoción de Tu reino”.
“Dame, Habahel, un nivel de sabiduría que me permita utilizar este oro para que la vida en la Tierra sea más llevadera”.
“Dame el afán de servir, dame el deseo de dar, dame el empeño de ser el transmisor, el administrador, el simple agente entre Tu bondad y las necesidades de los Hombres”.
Genio número 60: Mitzrael.
Lo que puede obtenerse de Mitzrael:
La curación de las enfermedades mortales. Captación de la armonía cósmica. La
liberación de los que nos persiguen. La fidelidad y la obediencia de los subordinados hacia los superiores. Longevidad y las más bellas cualidades del cuerpo y del alma. Distinción por el talento y la virtud.
“Mitzrael: Dios que consuela a los oprimidos”.
“El Eterno es justo en todas sus vías y misericordioso en todas sus obras”.
“Justus Dominus in ómnibus viis suis: et sanctus in omnibus operibus epis”.
“Mitzrael, limpia, Señor, los canales de mis cuerpos para que tus sublimes energías puedan transitar por ellos sin encontrar obstáculos”.
“Haz, Señor, que pueda vivir en mi nivel más elevado creando a mi alrededor la divina armonía que de Ti me llega”.
“No permitas que mi talento esté por encima de mi virtud a fin de que en todo momento pueda servir de ejemplo”.“Hazme fiel al mundo de arriba, a fin de que todos mis gestos, todas mis palabras, sean el fiel reflejo de la vida cósmica”.
|