La plana manuscrita ofrece dos elementos a considerar el análisis grafológicos: la escritura y el espacio sobre el que ella ha sido dispuesta.
El borde opuesto del escribiente, es la “zona alta”, y el borde próximo al escribiente, la “zona baja”. Los bordes laterales, son a la “derecha” y a la “izquierda”.
Desde el punto de vista del simbolismo espacial, la hoja de papel representa el medio ambiente en que actúa la persona que en ella escribe. Los espacios en blanco que deja, dan la pauta de su actividad personal en ese medio que le circunda.
Para analizar este aspecto conviene comparar los cuadernos de clase, con los borradores y aun los dibujos libres hechos en hojas sueltas.
Los cuadernos de clase serán utilísimos para determinar que niños/jóvenes siguen, naturalmente, la disciplina escolar, cuales se someten a ella penosamente, y cuales, en fin, llegan a trasgredirla por rebeldía o insuficiencia de atención.
Zona izquierda: timidez, apego a su madre, emotivo pero poco expresivo.
Zona centro: espíritu de empresa, curiosidad por el mundo.
Zona superior: sensibilidad intelectual, riqueza imaginativa-
Zona inferior: interés por el aspecto instintivo y sexual de la vida.
Los niños cuya imaginación y fantasía están ampliamente desarrolladas, dan a la zona superior una amplitud mucho mayor. Quienes amplían la zona inferior, dan muestras de una mayor actividad corporal, que puede llegar a la agitación si no hay signos de autocontrol.
Las escrituras con predominio de la zona media, son propias de los emotivos.
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