La vitalidad reflejada en los rasgos de la escritura infantil, es nerviosa y psíquica. A esta fuerza la llaman “Libido”.
Escritura leve que apenas alcanza a notarse, su trazo es imperceptible, muestra una Insuficiencia Vital.
Cuando los trazos son gruesos, firmes y desenvueltos, identifica a un niño de una fuerza psíquica intensa y desbordante.
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