Esta es la prueba que más frecuentemente se utiliza. El paciente mantiene los ojos cerrados, mientras el hipnotizador le sugiere:
-Piensa que no puedes abrir los ojos... Contrae los párpados... Cierra los ojos fuertemente... voy a ayudarte...
El hipnotizador pinza con sus dedos pulgar e índice la piel del nacimiento de la nariz, a la altura de los ojos, y prosigue:
-Una gran pesadez se va a apoderar de tus ojos... Tus párpados se harán pesados, muy pesados... Ahora, los sientes pesados, te parece que tus párpados pesan... Tus párpados te están pesando y cada vez te pesan más... Pronto no vas a poder abrir los ojos... Tus párpados están como pegados... Cada vez se pegan más... Abrir los ojos te resultará muy difícil... Tendrás gran dificultad para hacerlo... Tus ojos están sellados... Tus párpados ya no se pueden levantar y, en algunos momentos, a pesar de todos tus esfuerzos, te será imposible abrir los ojos... Los músculos de tus ojos se contraen... Cuanto más tiempo pasa más sólidamente se pegan tus párpados... Cuando yo diga "tres" tus párpados estarán completamente cerrados... Por más que te esfuerces en levantarlos, no lo lograrás... En cuanto yo diga "tres" te resultará imposible abrir los ojos... Uno... Tus ojos están sólidamente cerrados... Dos... Tus párpados están cada vez más apretados... Tus párpados se pegan, tus párpados están pegados... ¡Tres!
El hipnotizador suelta de improvisto la piel del paciente, y termina con la sugestión:
-Ahora, tus ojos están cerrados... No puedes abrirlos... Tus párpados cada vez se pegan más... Están tan pegados que no puedes abrir los ojos... Te resulta imposible levantarlos... Por mucho que intentas abrir los ojos, no lo consigues... Trata de abrirlos... Imposible, eres incapaz de abrir los ojos... Hay una fuerza que los cierra...
(Para hacer que los pueda abrir: "Cuento hasta tres y los podrás abrir... Uno... Dos... ¡Tres! Ya puedes abrir los ojos!)
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