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Definición
Es el método terapéutico, donde no se puede definir claramente si se trata de una ciencia o de un arte. Particularmente pienso que son las dos cosas a la vez.
Nacida hace más de 200 años, gracias a las investigaciones de un médico alemán que creía que no podía curar a nadie con la medicina de la época. Me refiero al Dr. Christian Federico Samuel Hahnemann, quien supo y pudo extraer de la propia naturaleza (vegetal, animal, mineral) todo su poder curativo.
Se le llama Homeopatía Unicista, porque desde una visión holística, totalitaria o sistémica, es necesario usar "un solo medicamento por vez". Y Hahnemanniana, en honor a su creador.
La Homeopatía comprende al ser humano en una forma integradora. Como es, como siente, en que ecosistema vive, con el estrés que lo afecta, con sus virtudes y sus defectos: es decir, inseparable en sus componentes.
El ser humano es uno solo en cuerpo, en mente y en alma. Es uno solo en materia y en la energía que anima a la materia y según la visión de Hahnemann, con un Dios que nos da el soplo de vida.
La Homeopatía es una disciplina terapéutica útil en un amplio rango de circunstancias clínicas, en atención primaria y en la práctica hospitalaria general y especializada. Puede ser utilizada como la principal intervención terapéutica o como una terapia adjunta; el lapso necesario para el entrenamiento para los diferentes niveles de uso, variará.
Dr. Hahnemann – Su Vida y su Obra
Fue el Dr. Richard Haehl de Stuttgard el autor del notable trabajo "Samuel Hahnemann, su vida y su obra", la más completa documentación publicada sobre el creador de la Homeopatía. Al Dr. Haehl debemos los importantes datos biográficos del gran sabio y aclaraciones de pasajes confusos de la existencia del fundador de la MEDICINA HOMEOPATICA, el mayor reformador del ARTE DE CURAR.
De ese trabajo, surge que a mediados del siglo XVIII (un 10 de abril de 1755) nace en Meissen, hoy ciudad alemana, el niño Cristian Federico Samuel Hahnemann. Cristian por Cristo, Federico por el Rey y Samuel ("Dios me ha oído") en señal de reconocimiento a Dios. Sus padres fueron Juana Spiess y Cristian Godofredo Hahnemann.
Hahnemann padre era pintor de porcelana (la por entonces famosa porcelana de Meissen) y según cuenta la historia, su hijo Cristian, viéndolo elaborar los distintos esmaltes, conoció las preparaciones químicas y se volvió muy hábil en ese terreno.
Arruinada la industria de la porcelana, como resultado de la Guerra de los Siete Años, Samuel fue retirado de la escuela y empleado en una tienda.
Por ser un niño enfermizo, desde siempre jugaba muy poco y dedicaba sus horas al estudio.
A pesar de la pobreza reinante en el hogar de los Hahnemann, fruto de la guerra, su madre y su maestro, el Sr. Müller, peticionan y consiguen del rey una beca para que se continuara instruyendo en la Escuela de Saint Afra, reservada a los hijos de la nobleza, donde su origen plebeyo pronto lo someterá a humillaciones por parte de sus propios compañeros. Müller fue nombrado profesor en Saint Afra y tomó contacto personal con el sufrimiento de su ex-alumno, por lo que, al ser un hombre sensato de nuestra historia, un día determinado comenzó su clase con una cita del libro de Samuel del Antiguo Testamento: "Acabad con vuestros gestos arrogantes, que las palabras insolentes no broten más de los labios, pues el Eterno es un Dios que todo lo sabe y no deja los crímenes impunes" y terminó su discurso con un llamado a la caridad cristiana y al amor al prójimo. En ningún momento mencionó a Hahnemann pero la cita era por sí misma elocuente.
Hahnemann continuó sus estudios en Leipzig, en cuya Universidad inició (en 1777) la carrera de Medicina. Y decía: "Leeré todos los autores, desde Hipócrates hasta los más recientes, y el diablo sea conmigo si no reúno en mi pensamiento la síntesis del saber y soy un gran médico que triunfa sobre la muerte".
Mientras tanto, ganaba su sustento trabajando como traductor para distintas editoriales de Leipzig. Al terminar sus estudios en la Universidad pasó a Viena e ingresó en el Hospital de los Hermanos de la Merced, bajo la tutela del Dr. Quarin, el médico de la emperatriz María Teresa y rector de la Universidad de Viena. "Me eligió como si yo fuese su primer alumno –diría Hahnemann- y me enseñó su arte con gran bondad".
El 10 de agosto de 1779 se graduó de médico en Erlangen siendo propuesto por el Dr. Quarin, para ser el médico personal del Barón de Bruckenthal. Como médico del Barón trabajó dos años. Fueron los primeros años de su vida transcurridos sin apremios económicos.
En 1780 fue a ejercer a Hettstedt (aldea de Sajonia). Es allí donde estudió metalurgia y escribió sus primeros ensayos.
Antes de un año se trasladó a Dessau, para vivir en la "Farmacia del Moro", propiedad de Herr Häsler, con cuya hijastra Enriqueta Leopoldina Hasseler-Küchler se casó dos años después. Tenía ya 26 años y Enriqueta apenas 17, aceptando el matrimonio para convertirse en una gran dama de la sociedad, ya que había sido criada con esa ambición.
Claro que nada de esto pasaba por la mente y los proyectos de Hahnemann, que se casó de buena fue con intenciones de formar una familia y cumplir así con su religión cristiana.
Luego de algunos años como Oficial Médico publicó en cuatro volúmenes el "Lexicon del Farmacéutico". Y continuó con la práctica de la medicina de su época, que cada vez lo decepcionaba más.
Luego, en Stötteritz, se fue apartando cada vez más de una medicina que, decididamente, según su óptica perjudicaba al paciente en lugar de curarlo. Esta actitud, poco a poco, fue sumergiendo a su familia en la pobreza:
"Un gran número de causas, después de siglos, han arrebatado a la medicina toda su dignidad. Ellas la han convertido en un miserable negocio, un degradante comercio de prescripciones, un vil oficio donde los charlatanes desplazan a los verdaderos discípulos de Hipócrates", diría Roger Larnaudie poco después. "Carece de recursos, viste como un mendigo y su familia está famélica. Le hubiera bastado una sola palabra para que la riqueza y la abundancia entraran en su hogar. Pero esta palabra no la dirá nunca".
Y llegamos a 1790, año en que Hahnemann traduce el libro "Clases sobre Materia Médica" de William Cullen y como lo propone Häehl, el más importante historiador Hahnemanniano, ese año debe considerarse como el año del nacimiento de la Homeopatía.
Traduciendo dicha Materia Médica el Dr. Hahnemann se asombra de cómo el autor describe la sintomatología característica de la intoxicación por Quina, sea por ingestiones accidentales o voluntarias. La define como Quina del Perú o Cinchona, por haber con ella curado a la Condesa de Chinchón, esposa del virrey del Perú.
Y aquí se produce el chispazo que provoca la iluminación genial en la mente de Cristian Federico Samuel Hahnemann, quien recordando el aforismo hipocrático "Similia Similibus Curantur" deja constancia poco después: "Tomé durante varios días cuatro dracmas de buena Cinchona dos veces por día". Luego relata sobre los síntomas y dice: "Eran típicos de las fiebres intermitentes. Suspendía la medicina y me sentía otra vez en buena salud". Prosigue entonces la experiencia con su familia y amigos y comprueba la repetición del mismo fenómeno. Entonces ensaya otras drogas como Belladona, Digital, Mercurio, Azufre, etc, vislumbrando estar frente a un nuevo principio.
Así se convirtió en el creador del "método experimental en terapéutica", más de cincuenta años antes que los trabajos de Claudio Bernard, considerado el padre de la fisiología experimental.
Seis años después, en 1796, publicó sus trabajos de experimentación en un trabajo titulado "Ensayo sobre un nuevo principio para descubrir el poder curativo de las drogas".
De ahí en más, fueron 20 años de trabajo, de experimentación, de dedicación concienzuda a su tarea de demostrar que había descubierto el secreto de una nueva herramienta curativa.
Mientras tanto, sustentaba a la familia con su antiguo trabajo de traductor. Lo nuevo siempre trae conmoción y Hahnemann la sufrió con persecución, lo que lo obligó a trasladarse de ciudad en ciudad. Así pasó por Hamburgo, Wolfënbuttel, Kiënigslutter, Erlemburg, Wittemberg, Dessau, etc.
Y en 1810 apareció su nueva doctrina compendiada en el "Organón de la Medicina Racional", donde sentó definitivamente las bases de la Homeopatía que aún hoy utilizamos.
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