El cuidado del suelo es
Primordial si deseamos obtener cultivos fuertes, resistentes.
Estos organismos y
microorganismos son los que
posibilitan o aceleran la descomposición de los materiales
orgánicos (restos vegetales o
animates) que enriquecen el
suelo.
Es de vital importancia
la accción de las lombrices.
Pues su organismo convierte en un excelente fertilizante
natural la tierra que devoran,
mientras que los túneles que
cavan facilitan el aireado de la
tierra.
Es importante comprender que el humus (tierra fértil)
es un elemento vivo, pues
junto con los minerales que se
encuentran, lo habitan
millones de microorganismos que favorecen el crecimiento y la salud
de los cultivos.
El agotamiento de
los suelos
Existen diversas causas que prvocan o aceleran el agotamiento de los suelos:
- La repetición de cultivos en los mismos lugares
- La sucesión de cultivos
que se nutran de los mismos
componentes del suelo.
- La falta de fertilización
- La accion de agentes
erosivos como el viento y la
lluvia.
Como Mantener
la Fertilidad del Suelo
Para evitar o contrarrestar la accion de los factores que describimos anteriormente debemos proceder de
la siguiente manera:
1) Evitar que los suelos
permanezcan desnudos reduce la acción de los agentes
erosivos (lluvia, viento, etc.), lo ideal es mantener la tierra
siempre plantada. En el caso
de que esto no sea posible es
conveniente cubrirla con mantillo.
2) Es importante aplicar
fertilizantes orgánicos, compost, etc.
El compost es un abono
que se obtiene a partir de la
descomposición de materia
orgánica de origen vegetal o
animal (restos de comida,
huesos, ramas, pasto, hierbas
malas, etc.). Estos elementos
se mezclan con cal y tierra, se
riegan para aumentar la humedad y se disponen en capas
sucesivas que deben ser
removidas con la horquilla
frecuentemente para asegurar
la ventilación.
3) Cuando punteamos
la tierra, no debemos dar vuelta el pan pues los primeros
centímetros son siempre los
mas fértiles. Lo conveniente
es remover la tierra con la pala
y luego aflojaria con la horquilla.
4) No todos los cultivos absorben de la tierra los mismos componentes por lo que,
rotando los cultivos, evitamos
quitarle al suelo grandes cantidades de alguna substancia
específica. Incluso algunas
plantas devuelven al suelo
ciertos componentes que
mejoran su fertilidad (por
ejemplo las habas renuevan el
nitrógeno absorbido por las
legumbres de hoja). Cuando
planeamos la rotación, no solo
cambiaremos el tipo de cultivo,
sino que ademas debemos
tener en cuenta que el nuevo
no se nutra de los mismos
componentes que el anterior.
Además de la conservacion del suelo, la rotación de
cultivos ayuda a evitar la
acción de ciertas plagas.
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