La mayoría de los seres humanos, por equivocación, valoramos nuestra estima personal, conforme a nuestros logros o fracasos personales, si hacemos algo bien nos sentimos bien con nosotros mismos, pero si hacemos algo malo, nos sentimos mal con nosotros mismos, es decir, nuestra autoestima depende de cómo nos desenvolvemos en la vida, si hacemos cosas de las cuales sentirnos orgulloso, nos sentimos con autoestima alta, pero si cometemos errores fatales, no lo podemos olvidar, ni perdonar, y entonces, nos hacemos esclavos de la auto-culpabilidad.
Esta actitud, muchas veces se la transferimos a nuestro puesto de poder, si somos buenos liderizando, nos sentimos como lideres con autoestima alta, pero si nos equivocamos, nos sentimos como unos pobres líderes, torpes. Inútiles, y buenos para nada.
Descubra por usted mismo, que de los errores se aprende, y que mientras mas responsabilidades nos dan, mas posibilidades hay de equivocarnos, pero mientras mas nos equivocamos, hay mas oportunidades de levantarnos de nuestros errores.
No permita, que sus propios errores le clausuren la oportunidad, de conocer que tan buen líder, puede usted a llegar a ser, no permita que este desafío le limite al extremo.
Cuando fallamos todos ven nuestras fallas y nos limitan, no se una usted a ese grupo, aunque sea usted solo, cree la oportunidad de levantarse de sus errores, y volver a intentar, lo que no funciono en un determinado momento, no garantiza, que si intenta algo nuevo, no funcione tampoco, crease nuevas expectativas, avance, y prosiga por encima de sus limitaciones, no sea tan desmedidamente exigente con usted mismo.
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