Bañarse antes de la realización del masaje es algo mas que recomendable, ya que es una primera relajación, tanto para el que dará el masaje como para quien lo recibirá.
El proceso lleva su tiempo y este tiempo debe ser respetado. No se puede apurar el masaje, sino que se le debe dar todo el tiempo necesario para que sus efectos sean todo lo poderosos que deseamos.
Por supuesto, debemos eliminar toda posibilidad de interrupción (llamados telefónicos, gente que pueda tocar la puerta, etc), especialmente las necesidades fisiológicas, ya que, en realidad, se obtienen mejores resultados si realizamos el masaje con la vejiga y los riñones vacíos.
Además, debemos relajar la tensión de nuestro estomago.
Debemos dejar ir todos los pensamientos innecesarios, todas esas tensiones que pueden contenernos afectivamente, evitando la correcta relajación; y conectarnos con nuestra pareja, mediante el contacto físico, abrazándonos, sosteniéndonos, acariciándonos, mirándonos a los ojos o cualquier forma que consideremos la más correcta en nuestra relación para llegar al lugar cálido y seguro del que hablábamos anteriormente.
Vale la pena remarcarlo una vez mas: debemos estar, los dos, tan relajados como sea posible.
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