Hemos visto que para que haya una comunicación fluida, debemos fijarnos en los factores que detallamos en la clase 1º, para hacernos entender.
Los mismos debemos tener en cuenta al evaluar lo que oímos, lo que nos dicen.
2.1 ¿quién nos habla?
Para poder entender con exactitud lo que oímos es imprescindible guardar silencio y prestar atención.
Si se trata de una conversación, y aunque resulta más sencillo comprender el contexto no hay que olvidar que cada persona tiene su propio dialecto dentro del lenguaje común, y hay que aprender a reconocer esos dialectos.
Para hacerlo es necesario que no sólo oigamos las palabras, sino el tono, la voz, el acento, las palabras que utiliza con más asiduidad.
Cuando alguien se dirige a nosotros en una primera ocasión, la reacción de responder es automática según el lugar, el rol y la confianza que tengamos con esa persona, o el estado de ánimo en el que nos encontremos.
Eso se debe a que buena parte de las relaciones interpersonales se basa en hábitos de conducta que adquirimos. Diálogos, frases, códigos ya elaborados de los que nosotros ya disponemos y a los que recurrimos antes contestar. Y a medida que adquirimos experiencia o vivimos situaciones, pasamos a disponer de una nueva reacción, un nuevo código de conducta que utilizaremos inconscientemente si nos volvemos a encontrar en el mismo caso.
Esas reacciones, son lo que habitualmente decimos por ‘carácter’, la manera de responder a un estímulo, de actuar, que cada uno tiene, y que al hablar, también se manifiesta.
Cuando creamos un personaje, el ‘carácter’ debemos tenerlo claro, para así poder tener una idea, o captar de las conversaciones que oímos frases que posiblemente podría decir.
De la misma manera que con las personas que conocemos, a las cuales asociamos unas frases, unos tonos, y unas muletillas, y cuanto más los conocemos mejor definimos y reconocemos su vocabulario habitual, a los personajes debemos intentar crearles su propio vocabulario, para que el lector pueda prever una contestación, pueda asociar frases al leer y pueda entender mejor al personaje.
2.2 ¿qué expresa?
Las palabras son solo la base del lenguaje, como ya hemos dicho, pero por sí solas en muchas ocasiones no son capaces de determinar un sentimiento o una sensación. El conjunto de palabras, frases y gestos, muecas y la puntuación dentro de una narración hacen posible que al leer, comprendamos lo que siente el personaje o la persona que nos está hablando.
En ocasiones es difícil cuando se habla de sensaciones o sentimientos, hacer entender qué significan para el que lo expresa. La palabra AMOR, por ejemplo, conocida por todos y presumiblemente la palabra más extendida en todos los idiomas, no significa lo mismo para todos:
- algunos piensan en compromiso
- otros solo piensan en el enamoramiento, lo fugaz, lo mágico
así que cuando alguien intente explicarnos una sensación, la palabra sola, por sí misma, nunca debe darnos más que la base, y el resto del contexto la finalidad, el significado.
Observamos en su totalidad el conjunto de signos orales y no orales que la persona que nos habla utiliza para hacerse entender.
El conjunto de palabras, y lenguaje usado lo llamamos vocabulario
La cantidad de palabras que conoce y usa lo llamamos léxico
Ejercicios
Sobre tu copiloto
1- escúchalo hablar y di que lenguaje usa, que frases y expresiones son las que dice con más frecuencia y qué gestos le caracterizan
anota de él y de las situaciones conjuntas aquello que más te llame la atención, lo más característico o lo más común a lo largo de todo el curso.
|