La inspiración puede ser un momento, un período que puede ser largo o corto. Lo que podría llamarse inspiración es la selectividad con que se escoge un tema de la realidad. O sea, ¿por qué se escribe un poema, un relato, un cuento al caballo que vimos caerse en la esquina y no al auto que chocó? ¿Será que una cosa es más importante que la otra? No. Simplemente hay algo, una empatía que el escritor establece con la realidad y que le hace seleccionar algo de ella. Es como escoger una tarjeta de un fichero. Lo siguiente es el significado que eso gana para uno: te fijaste en algo que te dice cosas que habitualmente no dice al común de los mortales. Viene después un momento que es difícil de explicar: el momento en que eso se va convirtiendo en palabras: es el tránsito de la idea a la palabra del escrito. Parece una gran caída, pues a veces se siente una enorme distancia entre la idea y la palabra con que se traduce. Y, por último, el momento en que la palabra “literaria” se tiene que hacer escritura. A veces eso ocurre en 24 horas, pero puede demorar días, meses y años. ¿Qué es la inspiración? ¿Será la selección del tema, el momento de encontrar las palabras, o será el instante en que se determina que ya se puede escribir? Es una voz interior. Sin eso no se podría escribir.
ACTIVIDAD: Escribir un texto (relato, poesía, recuerdo, pensamiento...) inspirado en la obra “Corazón de Niño” del poeta visual Antonio Gómez.
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