Miles de investigaciones
en medicina han reconocido que el estrés
es un factor de riesgo de enfermedades crónicas,
debido a que las reacciones fisiológicas
que lo acompañan se vinculan de alguna
manera con la etiopatogenia de muchas enfermedades,
ya sea debido a la prolongación o reiteración
de los cambios producidos o a la demora en la
recuperación de los valores basales de
los parámetros que hayan sido alterados.
Por otra parte, se ha demostrado que el estrés
puede ser un factor predisponente de enfermedades
infectocontagiosas, al disminuir las defensas
inmunológicas del organismo.
La persistencia de un estado de estrés
conlleva a la aparición de un amplio
abanico de posibles trastornos orgánicos,
los cuales han sido conocidos tradicionalmente
como trastornos psicosomáticos, aunque
este término se considera obsoleto en
la actualidad, pues todas las enfermedades tienen
componentes psicológicos y somáticos,
y por ende no sería lícito reservar
el término para sólo una parte
de ellas.
Ha sido demostrado que el estrés actúa
sobre el sistema cardiovascular, el respiratorio
y el digestivo, sobre la musculatura, la piel
y el sistema inmunológico. También
pueden aparecer enfermedades psíquicas
como las diferentes formas de ansiedad y depresión.
PSICOLOGÍA,
ESTRÉS Y MEDIO LABORAL:
El estudio del estrés ha demostrado la
necesidad de incorporar los aportes de las ciencias
sociales como la psicología y la sociología
para encontrar la explicación de por
qué el hombre se estresa, por qué
ciertos estímulos cobran un carácter
significativo para un sujeto particular mientras
para otros no, bajo qué condiciones ese
estímulo actúa, cuáles
son los factores mediadores de la respuesta
de estrés en el hombre y qué es
lo que determina que esa respuesta tenga un
carácter nocivo para la salud humana.
El estrés se manifiesta en el nivel conductual
y en el psicológico o afectivo. Respuestas
de tipo conductual serían, por ejemplo,
un aumento en el ausentismo laboral o un incremento
en el hábito de fumar o en la ingestión
de bebidas alcohólicas. A nivel psicológico
o afectivo el estrés podría llevar
a una preocupación sobre el funcionamiento
personal, a un incremento de la tensión
emocional y de la ansiedad, a una disminución
de la satisfacción laboral, a un malestar
subjetivo, etcétera.
El hombre al enfrentar el medio circundante
percibe y evalúa cada una de las situaciones
que enfrenta, además de que la vivencia
emocional les atribuye un determinado sentido
personal. El enfrentamiento que el hombre hace
de la situación potencialmente estresante
es el que determina, en definitiva, el carácter
que ha de tener dicha situación para
él. La categoría "enfrentamiento"
ha ocupado un lugar relevante en el estudio
de los factores mediadores de la respuesta de
estrés. Para Lazarus y Folkman el enfrentamiento
se considera como el esfuerzo por reducir o
suprimir los efectos aversivos del estrés.
Este autor concibe el estrés como el
resultado de una transacción entre sucesos
(internos y/o externos) que le acontecen al
sujeto y las valoraciones que sobre ellos realiza.
El medio laboral es una de las áreas
de más alta significación personal
para el individuo similar al medio familiar,
aunque el orden jerárquico puede variar
de un individuo a otro. Es por ello que un volumen
considerable de las investigaciones en el campo
del estrés han sido realizadas en el
ámbito laboral, y el estrés ha
reclamado la atención tanto de empresarios,
ocupados en el mejor funcionamiento organizacional
y el aumento de la productividad del trabajo,
como de los higienistas laborales ocupados en
la salud del trabajador.
Se ha demostrado que la mejor forma de combatir
el estrés laboral es dotar al hombre
de los recursos de enfrentamiento adecuados
que le permitan el pleno disfrute de su actividad
laboral con el beneficio personal y social que
de ella se deriva. Al mismo tiempo, las condiciones
objetivas del medio laboral deben facilitar
que ese pleno disfrute se produzca mediante
el perfeccionamiento continuo de las condiciones
de trabajo, tanto desde el punto de vista material
como socio psicológico, de tal manera
que contribuya a la promoción del bienestar
subjetivo y a la salud física.
El trabajo filosóficamente entendido
como forma de la actividad del hombre, debe
tener, por su carácter creador y de obtención
de metas significativas, un carácter
agradable y positivo, y contribuir al bienestar
y progreso de la colectividad. Un componente
fundamental de ese bienestar es la salud del
trabajador y hacia esa meta deben ir encaminados
todos los esfuerzos del equipo de salud y de
los especialistas en seguridad del trabajo en
nuestro país.
EL PROFILACTORIO NACIONAL OBRERO DE LA INDUSTRIA
BÁSICA:
La conservación de la salud ocupacional
es una tarea de primer orden de nuestro País.
Para ello, el Ministerio de la Industria Básica
cuenta con un sistema de atención primaria
de salud ocupacional, que se lleva a cabo mediante
los especialistas de medicina general integral
ubicados en centros de trabajo en estrecha vinculación
con el Profilactorio Nacional Obrero, como casa
matriz de los servicios médicos de nuestro
organismo.
Es objetivo del Profilactorio, evaluar periódicamente
el estado de salud de los trabajadores con un
alto nivel de rigurosidad científico
técnica y ofrecer recomendaciones clínicas
y profilácticas para esa encomiable tarea
de conservación de la salud del obrero.
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