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El ISO universal son las energías corpóreo-sonoras-musicales que se encuentran en el inconsciente, heredas genéticamente desde hace milenios de milenios. Estas energías caracterizan a todo el género humano, tanto de Occidente como de Oriente. Ejemplos pertenecientes a estas energías serían: el ritmo binario del latido cardíaco; los sonidos de inspiración y espiración, el rumor del agua, el flujo sanguíneo y algunas estructuras musicales que a lo largo de los milenios formaron parte de este ISO. Un ejemplo lo constituye la escala pentafónica, una escala musical de cinco notas. Estas notas forman parte de casi todas las melodías de las canciones de cuna y las canciones infantiles.
El ISO guestáltico, es la energía corpóreo-sonoro-musicales que también se encuentran en movimiento en el inconsciente, pero que se van desarrollando a partir de la historia de ese individuo. Es decir, a partir de las vivencias desde la concepción. O sea desde los primeros movimientos del embrión, cuando se une el espermatozoide y el óvulo, comienza a gestarse energías que caracterizan a ese individuo en particular. Es posible que estas energías se vayan amoldando a partir de las estructuras del ISO universal.
El ISO cultural está formado por energías corpóreo-sonoro-musicales que se nutren desde el nacimiento del individuo y con todos los estímulos que recibirá del medio ambiente que le rodea. Estas energías forman parte del preconsciente. Algunos ejemplos de las mismas son todos los rechazos y afectos por determinados sonidos y músicas, del folclor, de la cultura, o de la familia. Ya hay un compromiso del pensamiento verbal y de la digitalización de la información.
El ISO grupal es un sistema de energías corpóreo-sonoro-musicales que aparecen en determinados momentos de la interacción de un grupo. Estas energías se encuentran en el espacio vincular y pertenecen al proceso terciario descrito por Fiorini, es decir, el proceso donde impera al mismo tiempo el proceso primario y secundario.
El ISO grupal es una identidad cambiante que aparece y desaparece, y que se deforma en un momento dado, a raíz de las energías de los ISO guestálticos, universales y culturales de un número de individuos que comparten los mismos objetos intermediarios, las mismas circunstancias y que, por lo tanto, utilizan canales de comunicación semejantes.
OBJETO INTERMEDIARIO
Es todo elemento capaz de permitir el paso de energías de comunicación corporo-sonoro-musicales entre un individuo y otro. Un objeto intermediario es un instrumento de comunicación capaz de actuar terapéuticamente sobre el paciente mediante la relación, sin desencadenar estados de alarma intenso. Siendo sus características las siguientes:
1. existencia real y concreta
2. Inocuidad, no desencadena reacciones de alarma
3. Maleabilidad, que pueda utilizarse a voluntad.
4. Transmisor, que permita la comunicación por su intermedio.
5. Adaptabilidad, que se adecue a las necesidades del sujeto.
6. Asimilabilidad, que permita una relación tan íntima, como para que el sujeto lo identifique consigo mismo.
7. Instrumentabilidad, que pueda ser utilizado como prolongación del sujeto.
8. Identificabilidad, que pueda ser reconocido inmediatamente.
Considero que los instrumentos musicales y el sonido, o los sonidos,que emiten pueden considerarse objetos intermediarios, y cumplen casi todas las características enunciadas.
2. EL FENOMENO AUDITIVO: NEUROFISIOLOGIA DEL OIDO
El oído humano es una estructura compleja de asombrosa sensibilidad. No sólo es el órgano del oído. También nos permite ser conscientes de la posición y de los movimientos de nuestra cabeza y del sentido de la fuerza de gravedad, contribuyendo así a nuestro sentido del equilibrio ya nuestra capacidad de realizar movimientos sueltos y coordinados.
Nuestro pabellón auditivo u oreja sólo sirve para recoger las ondas sonoras. Éstas entran como por un embudo en el conducto auditivo externo, que mide unos 25 milímetros y tienen forma de “S” suave. Las ondas sonoras inciden sobre el tímpano, que ésta al final del conducto auditivo externo. El tímpano es como una membrana de piel tensa, que sólo mide 10 x 8 mm: tiene el tamaño de la uña del dedo meñique. Las moléculas de aire en vibración le transfiere su energía cinética, haciéndola vibrar en simpatía con las frecuencias (tono) y las amplitudes (intensidad) de las ondas sonoras.
Las ondas sonoras, convertidas en vibraciones, se transmiten a lo largo de tres huesecillos llamados martillo, yunque y estribo. Éstos, a su vez, transmiten las vibraciones al caracol, que es un órgano lleno de líquido y en forma de concha de caracol, a bastante profundidad dentro de la cabeza, situado justo detrás del ojo. El delicado caracol transforma las vibraciones físicas de su líquido en señales nerviosas eléctricas, y las envía al cerebro por medio de los nervios auditivos. En el cerebro, las señales se clasifican y se analizan, se comparan con una base de datos sonoros que está en la memoria, se reconocen y se identifican. Casi todo esto sucede inconscientemente. Las configuraciones sonoras que el subconsciente considera importante se envían a la atención consciente; entonces, oímos.
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