Los números tuvieron siempre un significado religioso y mágico. Muchas Catedrales medievales fueron concebidas y construidas de acuerdo con patrones geométricos que tenían un gran significado esotérico. Los franco-masón y los rosacruces, aun hoy, guardan los secretos de la magia arquitectónica.
También los nombres poseen una importancia religiosa y mágica, teniendo un significado original que se perdió con el tiempo. Ejemplo. Ana es la forma griega del nombre hebraico Hannah, que significa “Dios me favorece”; Cristina, Krystina y todas las demás formas variadas de este nombre significa “Cristiana”; David corresponde al termino hebraico usado para “amado” o “amigo”; Derek, Dietrich o Thierry proviene de Teodorico, que significa “gobernante de pueblo”; Sharon se refiere a las fértiles planicies de Palestina.
También los nombres poseen un poder significativo. En muchas sociedades y religiones se consideraba peligroso revelar el nombre a un extraño, no fuese que le lanzaran una maldición sobre la persona, cuyo nombre conocían. Una manera de evitarlo era tener un nombre secreto de iniciación, conocido solo por él. El otro nombre conocido era solo una etiqueta pública que no contuviera la esencia de la persona.
También es posible convertir nombres en números. Ejemplo, Carmen sería:
3 1 3 6 6 7
En numerología, no es el significado original de los nombres lo que tiene importancia, sino la suma del equivalente numérico de sus letras, o sea, el número resultante de la suma de todos los números correspondientes a cada letra. Ejemplo de Carmen:
3+1+3+6+6+7= 26
= 2+6
= 8
Este resultado final contiene informaciones vitales sobre la personalidad del individuo y los objetivos que debe intentar alcanzar a lo largo de su vida.
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