Hablar en público es el miedo número uno por encima del miedo a la muerte en muchas encuestas psicológicas. La gente se paraliza por el miedo y las fobias cuando se trata de hablar en público. Incluso los oradores más entrenados sienten mariposas en sus estómagos cuando se preparan para presentar un discurso en público. El famoso orador griego Demosthenes de hecho puso guijarros en su boca para ayudarlo con sus discursos y alterar así la calidad del sonido. Ya sea que las presentaciones públicas inspiren a una multitud o infundan miedo a una audiencia, muchas de las técnicas claves para convencer a una audiencia continúan siendo las mismas. Mientras que puede haber argumentos en el campo, y discrepancias sobre el tema, este artículo se centrará en dos áreas claves, y presentará algunas de los pensamientos más clásicos. Las dos áreas claves lidian con la audiencia. Tu audiencia es amigable a tus ideas u hostiles o de un punto de vista diferente. Ello es de suma importancia para un orador. Explorando estos factores así como también otros es un buen punto de partido para un oradora público novato, así como un curso excelente para refrescarles la memoria a los oradores públicos más veteranos.
Primero y principal uno debe considerar si a tu audiencia le agrada el tema que estarás presentando o no. ¿Concuerdan con tu punto de vista? En un debate ¿apoyarán tus puntos o se opondrían? Mientras que miraremos a las ideas como la credibilidad de un orador, y la demografía del rango etario, género y otros aspectos de la población, nos centraremos aquí en lo básica más importante. Si tu audiencia concuerda con tu punto de vista entonces esta bien enfocarse o concentrarse sobre el tema de la exclusión de los puntos de vista opuestos. Si tu argumento es la legalización de la mariguana y crees que ello es de hecho algo bueno, porque podría ponérsele un impuesto, porque proporciona grandes posibilidades a la asistencia médica y porque no tiene un efecto de detrimento lo suficientemente importante sobre la motivación como para ser considerada ilegal, entonces todo eso sería lo que probablemente tendrías que decir. Si te estas dirigiendo a Los Agricultores de mariguana de América, entonces te estas dirigiendo obviamente a una audiencia hipotética que esta en tu campo, de tu lado. Estudios psico-sociales han descubierto que si presentas tus puntos de ayuda para tu argumento a un grupo que esta a favor de tu punto principal ellos te apoyarán de inmediato o comprarán los otros aspectos de tu discurso. Escucharán con detalle y probablemente incluso serán capaces de recordar los puntos de ayuda. “¿Por qué?, podrías preguntar. Porque concuerda con tus nociones preconcebidas, concuerda con la opinión que ellos ya tenían y por lo tanto será de interés para ellos desde el comienzo.
Esta es también otra razón para armar tus discursos hacia una audiencia específica e incluso si parece que tu tema no combina con el de Proteger a la singular cucaracha al borde de la extinción, entonces mejor haz combinar tu discurso con ese sistema de creencia de algún modo. Si puedes hacerlo. Esto por supuesto puede llevarte a la credibilidad, con lo cual no deberías estirar tus poderes de persuasión demasiado. Lo clave aquí es: ¿tu audiencia concuerda con tu presentación? Si no es así, haz de tener que ser capaz de que sí lo haga. En el análisis final, sin embargo, puede que necesites hacerlo aproximándote desde otro ángulo, y esa es la segunda sección importante de este artículo, el convencer a aquellos que se oponen a tu punto de vista.
Cuando una audiencia se opone a tu punto de vista, los estudios psico-sociales han demostrado que es de primaria importancia el identificar los argumentos opuestos. Si tu sólo has presentado tus argumentos o los puntos en los que te basas a favor de tu tema, entonces perderás a tu audiencia. Se cerrarán, apagarán, desintonizarán y los otros sentirán que no eres un orador creíble. En primer lugar, porque no sienten que estas siendo honesto intelectualmente hablando. No estas señalando las cuestiones reales, los argumentos reales, no estas básicamente reconociéndolos. Por lo tanto debes presentar tu argumento, es decir tus puntos principales, y luego establecer los argumentos opuestos más importantes, finalmente despedázalo. Desaste de él. Al hacer esto estableces la oposición y les das algo nuevo en qué pensar. Ven el punto débil de su postura así como también de la información adicional que le acabas de dar. Has plantado la semilla de la duda. Puede que los hayas llevado a pensar igual que a ti. Puede que llegues a ser un orador público con una credibilidad excelente, cierto tono vocal, un buen lenguaje corporal, gesticulación con tus manos, una investigación y material en el cuerpo de tu discurso excelentes, una introducción poderosa, un cierre entusiasta, buen humor y un chiste clave. Pero si fallas en establecer el punto de oposición todo habrá sido en vano. Si el argumento es que los Estados Unidos es un modelo análogo al Imperio Romano, con similares sistemas económicos, estructuras sociales y políticas y presentas todo esto, pero tu audiencia no esta de acuerdo, entonces tienes un problema. Algunas personas de la audiencia pueden sentir que los Estados Unidos han salido de una depresión económica similar a la del Imperio Romano, donde a la clase media se le cobraran excesivos impuestos y ello destruyó las finanzas del Imperio. La postura contraria sería que los Estados Unidos no repetirán la historia, no declinarán y caerán. El orador tendrás que estableces esa cuestión aún cuando no sea dicha en vos alta, si es que éste es uno de los argumentos más fuertes contra su tesis. Puede ser dicho al señalar que la economía es cíclica y fluida y que los Estados Unidos pueden estar experimentando un boom económico sin precedentes en estos momentos, pero que eventualmente a menos que ello sea cambiado de manera permanente, vendrá la depresión, o al menos la continua erosión de la clase media. Si como un orador sientes que la oposición puede llegar a tener muchos puntos fuertes, establece muchos de ellos para estar seguro de que sean balanceados o al menos plantar la semilla de la duda, e intentar socavar los fundamentos del punto de vista contrario. Esto te permite alcanzar la minara balanceada del ser educado a los ojos de tu audiencia.
Mientras existe una gran cantidad de material sobre la oratoria pública, los estudios no mienten. La credibilidad del orador es importante, así como también lo es el saber la edad del grupo, su afiliación política, su religión y su género. El tener una presencia imponente, carisma, una voz fuerte, una postura excelente y tantos otros trucos del oficio son los que se necesitan para pulir el mejor diamante. Sin embargo, los dos secretos claves para el éxito en la oratoria pública se encuentran en el campo psico-social y que son reflejados más arriba. Conoce a la audiencia. ¿Son más propensos a estar a favor o en contra de lo que tu presentas? ¿Es una audiencia mixta? Si es así, prepárate para establecer la oposición. Con estas dos claves te encaminas a la victoria en tus presentaciones. Todo lo demás es pura fachada.
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