La conducta humana nos muestra que en ella confluyen factores externos e internos. Si pensamos en las conductas de los animales, estas son prácticamente instintivas, no prevaleciendo habitualmente las diferencias individuales (ante situaciones semejantes, los animales actúan de forma bastante parecida)
En cambio, en el hombre, si bien existe un patrón pulsional, las diferencias individuales son marcadas, aun dentro del mismo individuo (de acuerdo a tendencias, aptitudes, facultades, motivaciones etc.), tomando variables, de tiempo, espacio, grupos y hechos sociales.
Estas tendencias humanas son adquiridas e innatas. En tal caso la tendencia no es igual a la conducta (acción) en la que se asocian varias tendencias que se relacionan a la realidad bio-psico-social de la persona y las condiciones externas., aunque en cierta medida independientemente a ellas. Por lo tanto, cada aspecto influye sobre la conducta, pero ninguno la determina absolutamente.
Muchas de las conductas humanas son observables, desarrollándose en distintas áreas: biológica, psicológica, espiritual y social.
Dentro de las psicológicas, no observables en forma directa, hallamos una característica y exclusiva de las personas: el pensamiento
¿Qué es el Pensamiento?
El pensamiento como propio y exclusivo del ser humano, incluye al lenguaje. El lenguaje es la base de la cultura humana. Pensar en lo humano, es pensar en el sentido del lenguaje y las palabras. Este antecede la llegada de cada ser humano y a su vez lo estructura.
Respecto al pensamiento en términos lógicos, diríamos que tiene un sujeto y un predicado unidos por un verbo (en el sentido más estructural), lo que implica un juicio, que establece la relación entre dos representaciones.
En términos psicológicos, se trata de la actividad psíquica, en la que las ideas (o palabras), se seleccionan y agrupan en relación a alguna orientación y/o tema, mediante asociación consciente o inconsciente, promovidos por alguna tendencia o motivación también consciente o inconsciente.
O sea, los pensamientos pueden ser, según su origen: conscientes, o inconscientes, en tanto su forma: estructurados o de libre asociación, de acuerdo al sujeto: individuales y singulares o generales y compartidos, y por el contenido: concretos o abstractos. En todos los casos, no pretendiendo con esto agotar clasificaciones, se deben contemplar las variables intermedias, superposiciones, e intersecciones que pudiesen surgir.
Al igual que otras funciones de la psiquis, va evolucionando a lo largo de la historia del individuo, según la inteligencia, la edad, la predisposición y el ambiente social, sobre el marco histórico, social y cultural que sostiene la vida de las personas.
Pensamiento implica la existencia de algún deseo e inquietud, la utilización de la memoria, la posibilidad de comunicación, y la contingencia de la acción.
Al pensar el lenguaje, podemos incluir el lenguaje preverbal y paraverbal, no hablado que también genera ciertos modos de pensamiento.
En todos los casos, un facilitador para la producción del pensamiento es la memoria.
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