Los sueños eróticos pueden ser atemorizadores, gozosos, frustrantes. Del contenido del sueño se podrá evaluar el grado de represión afectiva que tenga el soñante, que demostrará la violencia latente -real o negada por esa persona- que no puede canalizar en la vida social. Y, también en otros casos, el significado del sueño expresará la amplia gama de posibilidades sexuales que puede disfrutar dicho sujeto.

Cuando los hombres, especialmente los adolescentes, tienen un sueño erótico, pueden llegar a eyacular mientras están dormidos en forma recurrente. Este fenómeno sirve, además, para estudiar el grado de impotencia real en algunos sujetos: las erecciones nocturnas sirven para descartar el factor orgánico en la mayoría de los casos.

Clase 5: Sueños premonitorios

¿Quieres aprender a ser tu propio adivino? Algunas teorías filosóficas y psicológicas coinciden en afirmar que el alma conoce la trayectoria histórica de cada persona y que puede revelarla con diferentes símbolos e imágenes en los sueños.
Por Mabel Iam

Según la historia

El cuerpo no se entera de que el alma lo conoce todo, ve lo invisible y escucha lo inaudible, camina, toca, reflexiona. Y el alma cumple todas esas funciones también durante el sueño.
Todos los sueños que son divinos anuncian cosas importantes para nosotros y algunas personas desarrollaron el arte de interpretarlos. El alma puede indicar de antemano padecimientos del cuerpo o un exceso de plenitud.

Hipócrates, uno de los más conocidos y renombrados médicos de la historia de la humanidad, describe claramente en sus escritos la función del alma y su posibilidad de registrar el futuro mientras dormidos. En la Biblia también se cita a diferentes profetas que experimentaron sueños premonitorios que cambiaron la historia de ese tiempo.

También, eminentes sabios y escritores de otras épocas nos han hablado de este inquietante tema. El filósofo griego Aristóteles comentaba en uno de sus textos la extraña experiencia de un hombre que se encontraba habitualmente con su doble. Goethe no se cansaba de relatar un raro sueño en el que, caminando por un sendero al anochecer, se vio a sí mismo montando a caballo y cruzándose con su doble. Tenía puesto un traje que nunca había llevado. Rápidamente se despertó y comprobó que sólo había sido un sueño. Sin embargo, años después pasaría otra vez por aquel sendero vestido exactamente como en el sueño.

Por Mabel Iam
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