Cuando supervise, no es la intención que usted haga el trabajo por este, que corrija usted todas las deficiencias, y que usted sea quien haga que todo marche bien. Su deber es supervisar que este haga todo esto, bajo su supervisión, es decir bajo los parámetros que usted le delegue, y respecto a la mejor manera.
Muchas veces por miedo a que nuestra imagen quede deteriorada, por culpa de un mal trabajo de un subalterno, terminamos haciendo lo que a este le corresponda, antes de que haga algo malo, y dañe nuestra buena reputación, a causa de sus errores. Otras veces, terminamos haciendo lo que le corresponde porque somos muy perfeccionistas, y creemos que solamente nosotros estamos capacitados para hacerlo bien, y denigramos al subalterno.
Existen otras razones, por la cuáles a veces terminamos haciendo lo que le corresponde al otro, por interés de cómo si somos muy buenos supervisores, por compasión por el otro, por compañerismo, por manías, etc. La gente aprende viendo, y a veces es bueno de vez en cuando hacer las cosas por ellos, para servirles de modelos, pero no debe ser así todo el tiempo, porque esto no sería que los estamos supervisando, sino que le estamos inhabilitando para aprender a ser las cosas por sí mismo.
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