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Ya hemos hecho un recorrido por algunos puntos importantes en cuanto a letras concretamente y has entendido la diferencia que hay entre letra y poesía.
Ahora bien: es preciso que luego de cada clase hagas una pequeña práctica del tema que acabas de leer. Si encuentras alguna dificultad, no dudes en escribirme.
Los tiempos los manejas tú, así que de ti dependerá que éstas 12 clases tengan una extensión determinada. No corras, madura cada lección, lento pero seguro.
Te sugiero que tengas a mano un diccionario, ya que si bien las faltas de ortografía se pueden sortear con la computadora, no es bueno depender de ella para tener un correcto manejo ortográfico del idioma.
A ésta altura, teniendo en cuenta algunos de los puntos que hemos visto, te propongo que hagas un pequeño ejercicio, que voy a darte al término de ésta clase.
Como esto es un Taller de Letras, y tal vez tus objetivos no estén necesariamente concentrados en lo musical, o en la poética, vamos a hablar un poco sobre signos de puntuación, tema que tiene muchísima importancia, en narrativa especialmente.
Generalmente no se le asigna la importancia que tiene, porque la rapidez con la que hablamos y escribimos le han quitado su lugar. Estamos viendo que en radio y televisión, el hablar sin pausas, de corrido, como si fuera una competencia donde hay que poner la mayor cantidad de palabras por minuto, es moneda corriente. La velocidad es signo de nuestros tiempos, pero si lo que estás diciendo verbalmente lo llevas al papel, sólo será un enjambre difícil de entender.
Yo puedo escribir usando el recorrido que hace el lenguaje verbal: pienso-digo. Y puedo escribir utilizando las mismas palabras también. Porque tal vez, como en mi caso como escritora, me gusta el leguaje directo, sin rodeos, sin acartonamientos ni rebusques. Lo que escribo, podría decirlo verbalmente y sería lo mismo.
Habría una diferencia sustancial: la puntuación. Que la uso también y la solemos usar la mayoría al hablar, pero volcada al papel tiene ya una precisión imposible de ignorar. Inconscientemente nosotros usamos al hablar: puntos, comas, paréntesis, comillas, etc. Al menos es así como regla general, aunque ya sabes por lo que te he dicho, que no se lo aplica en los medios.
Será tu sello personal que hagas frases largas o cortas, pero para que en la escritura existan los matices, las intenciones, los claro-oscuros, y toda una sinfonía de palabras que sean conceptos claros, tendrás que usar los signos de puntuación.
Vamos a ellos:
PUNTO: en una oración redondea el concepto y lo afirma.
PUNTO APARTE: con él, aunque sigamos con el mismo tema, hacemos un giro necesario, como para romper en cierta medida el hilo de lo transmitido y dirigirnos hacia otro ángulo del relato.
COMA: es una pequeña pausa, que establece variaciones de tono en el lenguaje escrito y muchas veces representa de algún modo, la ausencia de paréntesis. Aclara, avanza, retoma, levanta y establece prioridades entre concepto y concepto, dentro de la frase.
Aquí quisiera que busques a Gabriel García Márquez, en Cien años de soledad, por ejemplo, y veas cómo construye sus larguísimas frases sin un solo punto, valiéndose simplemente de las comas. Por supuesto que él es un maestro de las letras y es difícil alcanzar ese nivel, pero te servirá para ver en la práctica lo que te explico: sin sus famosas comas, la idea sería imposible de seguir.
PUNTO Y COMA: es una pausa intermedia entre el punto y la coma. Nitan pequeña como ésta, ni tan larga como aquél. Ni tan contundente, ni tan ligera.
PARÉNTESIS: acotan el concepto, lo aclaran, lo profundizan. Es una segunda voz.
LAS COMILLAS: las usamos para determinar muchas cosas: nombres, apodos, dejar al descubierto ciertas características de humor, y todo lo que resulte en cierta manera distintivo de algo o de alguien.
SIGNOS DE ADMIRACIÓN Y DE PREGUNTA: le dan a la frase las mismas intenciones que les conferimos en el lenguaje hablado. Preguntamos, exclamamos, afirmamos, nos asombramos y todo lo que tenga que ver con la exteriorización de una emoción.
PUNTOS SUSPENSIVOS: así como en el lenguaje hablado prácticamente pasan desapercibidos, aquí son muy importantes, porque dejan el hilo del pensamiento casi en un interrogante con final abierto. Establecen mucha pausa y dejan un poco a la deriva la oración, intencionalmente por supuesto. Si los puntos suspensivos preceden a la oración, dejan un comienzo abierto a nuestra propia subjetividad, a imaginarnos cómo debió comenzar. Por ejemplo: ....y era tarde ya.
Los signos de puntuación en poesía tienen su significado, como en la narrativa. No así en las letras de canciones. Aquí las pausas se las da la música y la intención también.
Antes de terminar ésta clase voy a decirte que LEAS. Que leas y que leas. Si no te gustan las largas novelas, están los cuentos cortos, pero lee. Porque no es posible escribir bien sin haber leído.
He tenido la gran fortuna de contar en mi escuela primaria con una directora que era poeta de niños. Amaba la lectura, me inculcó el placer de ella y en los actos escolares regalaba libros. Mi madre siempre solía llegar de la calle con alguno. Por ese entonces, al no existir televisión como esparcimiento, los libros eran mis compañeros de la infancia. Más tarde, como adolescente, comencé a leer también poesía. Amado Nervo fue mi maestro. Sus Obras Completas iban conmigo a todos lados, hasta el punto de quedar tan ajadas, y rotas, que fueron perdiendo las hojas con el tiempo. Por supuesto que existen en los escritores cierta “pasta”, cierto don, pero con eso solamente no se llega a escribir correctamente.
Irás descubriendo tus propias capacidades, y como decía el poeta “haciendo camino al andar”.
El ejercicio para la clase de hoy es que escribas tu opinión sobre todo lo que te he hablado a lo largo de éstas páginas, utilizando tu propio lenguaje y todo lo que fuiste incorporando. Hazlo a tu manera, no te sientas observado. Utiliza los recursos que quieras: narrativa o poética. Y no deseches nada de lo que escribas, porque con el transcurso del tiempo, lo que hagas hoy, te servirá para ver tus avances y será un patrón comparativo de significativa importancia.
Una carta de amor? Un comentario a una noticia que leíste en los diarios? Una carta a correo de lectores? Todo vale y todo sirva para éste curso.
Hasta la próxima y atrévete! Escribir es también un acto de arrojo.
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